Madre atribulada, medio deprimida, ojos vidriosos, se escapa del escurtinio familiar en la ventana más lejana, mirando hacia afuera.
Niño: Mami, ¿qué estás haciendo?
Niño: Mami, ¿qué estás haciendo?
Mamá: Viendo llover
Niño: Mami, ¿puedo ver llover contigo?
Si usted es madre y esto no le hizo el corazón de azúcar, nada lo hará.
No soy madre pero aún así me generó mucha ternura.
ResponderEliminarMe lo imagino perfectamente!
¿Qué te parece la siguiente historia?, verídica por cierto:
ResponderEliminarNiño 1 (con ojitos de ¿y aquí qué pasa?): Papi, ¿por qué lloran los señores?.
Papi: pues, la gente llora cuando algo le duele mucho, acuérdate que tú lloras cuando te has caído y te duele...
Niño 2 (con una carita de inocente que para qué le digo): Papi, te traje la pomada para echarte y que ya no te duela...
Calila: te creo, sos altamente sensible =)
ResponderEliminarRafael: aww, qué ternura