jueves, 17 de marzo de 2011

Crónica de un nacimiento anunciado

Desde la semana 35 tuve la impresión de que la tal semana 40 no llegaría. Mi cuerpo ya no resistiría mucho más. Cada vez era más difícil caminar, la hinchazón era más cada día, el peso subía exponencialmente...en fin, la preocupación latente de que no se daba vuelta para ponerse de cabeza.

El viernes 25 de febrero sentía como que tenía que dejar todo listo en la oficina, aun cuando la fecha prevista era el 13 de marzo.

Al final de la tarde, aun me faltaban parte de los dichosos planos pendientes, quitar mis archivos de la computadora y hacer otro par de cosas. Me quedé una hora más para dejar todo listo.

Ese dia en la noche tuve un leve sangrado que me asustó, aunque no le dije a nadie. Me dediqué a observar qué pasaba y nada más sucedió. Tenía la consulta programada con la Dra para el martes. Pensé que sería mejor que me viera el sábado, pero no dio consulta así que iba a esperar pacientemente hasta el martes, ya en la semana 38.

El lunes 28 de febrero llegué a trabajar, iniciando la semana 38. Todo mundo se sorprendió. La agarré tranquila, ya no sentía la angustia del viernes. Estuve en reuniones y dejando que las cosas fluyeran, como si ya no tuvieran que ver conmigo.

El final del dia fue largo, el peque necesitaba equipo de natación y lo fuimos a buscar, luego pasamos a cenar. Estábamos los 3 cansados y llegamos a la casa algo tarde, todavía a ordenar los cuadernos para el colegio del dia siguiente.

1:49 de la madrugada del martes 1 de marzo. Un dolor intenso me despierta. Veo la hora en el teléfono. Intento dormirme otra vez.
Una vez más el dolor. Veo la hora: 1:54. Oh oh, 5 minutos desde el dolor anterior.

Y así fue pasando, de 5 en 5 minutos, hasta llegar a las 3 de la mañana. Debo confesasr que no pensé que se tratara de que ya era hora, si con el peque los dolores empezaron 20 horas antes del nacimiento, asumí que tenía tiempo. A esta hora la cosa pareció retroceder, el dolor era cada 10 minutos.

A las 4 de la mañana, todavía tenía la idea de que enviaría al papá a dejar al peque al colegio y que cuando volviera a lo mejor me llevaba donde la Dra a que me evaluara. Error. A las 4:30 un intenso dolor me provocó vómito y apareció el tapón que cierra el útero. Me afligí y desperté al feliz padre, que casi se cae del susto cuando le dije: "ya".

Me bañé como en 2 minutos - digo yo, entre contracción y contracción - y ya lista tipo 5 am le llamamos a la Dra. Casualmente ella había pasado la noche en el hospital, atendiendo otro parto desde la tarde. Quedamos de vernos en su consultorio en media hora.

Media hora que fue eterna. Cuando quise salir de la casa llegué al carro en 3 intentos, lo que me dejaban avanzar las contracciones que a esa hora eran casi insoportables.

Llegué a la clínica con 8 cm de dilatación. La Dra me contó después que se angustió, no fuera a ser que naciera ahi en el consultorio, pero por supuesto no dijo nada y con toda tranquilidad dijo: "ni hoja de ingreso le voy a hacer, vámos ya para el hospital, me adelanto para avisar a emergencias".

Según la hoja del hospital, el ingreso fue a las 6:06 am.

A los 10 min de estar ahi, la Dra mandó al papá a cambiarse y yo me agarraba de la cama como quien cae al vacio desde el Everest.

Me pusieron el suero y me llevaron casi que volando a la sala de parto. La enfermera me atacó con una sarta de preguntas, a lo cual solo pude estirar la mano y señalar a mi esposo: "pregúntele a él" fue todo lo que alcancé a decir.

A las 6:38 escuché que la Dra me dijo: "vaya preciosa, puje largo". Sentí que cerré los ojos una milésima de segundo y de pronto Gaby estaba en mi vientre, llorando a todo pulmón.

Cortaron el cordón y se la llevó el neonatólogo. El dolor se fue. Desapareció el calor y el sudor. Empecé a temblar del frío y me cubrieron con una frazada.

Hora del nacimiento: 6:39 am.

Ví a la pequeña hasta las 2 de la tarde, hora en la que ya había almorzado - hey, me perdí el desayuno =) - ya había llegado mi madre, mi hermano, la suegra, la cuñada y mi peque adorado, que no fue al colegio y no usó el dichoso equipo de natación.

Y bueno, por la tarde descubrí que había WiFi en el hospital, informé en el Facebook y mandé un par de twitts =)...el vicio, veá.

Llamé a los amigos y familia informando el nacimiento.

Y el resto son 17 dias de historia, con ese angelito tan desado, tan añorado, tan querido, pegadita a mi 24 horas al dia, en el total encierro, a veces en soledad ella y yo.

Llegaste mi pequeña...llegaste al fin.

Somos 4

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Que junto a esta bella princesa, Dios derrame continuamente Bendiciones en tu hogar.

Saludos.

La Flor dijo...

Un abrazo Clau, para ti, el peque... Y un besito a Gaby. ¡Qué bendición!

Princesita Soñadora dijo...

Felicidades :D

Clau dijo...

Walkyman: gracias, bonitas apariciones para eventos conmemorativos.

Flor: gracias. Me sentí tentada alguna vez con 3, pero no, con 2 me quedo.

Princesita Soñadora: apareció! y su blog?

SaviloG dijo...

[S]inceramente me gusta la manera en que describiste, una linea
[O]tra linea, hasta terminar decir somos 4, dichosa
[M]ujer que haz dado nueva vida ya me imagino a tu esposo con los
[O]jos desbordados de alegria de ver a su nueva nena,
[S]in duda un momento magico para todos ustedes

[4] de ahora en adelante y los que vengan creo yo.

PD. FELICIDADES!!!