lunes, 23 de noviembre de 2015

Nothing to wear

Yo solo pasaba a decir que, a veces, esto es cierto


Estereotipo o no, lo gracioso es que nos lo echan a las mujeres, cuando en la adolescencia niños y niñas son iguales. Pueden tener el closet lleno de ropaquealospapáslespareceadecuadaycómoda, pero a ellos no les gusta, entonces, parecen retratos repitiendo y repitiendo la misma camisa, el mismo pantalón.
Y puesí, uno les pregunta y eso es lo que obtiene por respuesta: "es que no tengo nada que ponerme"

Se me vino a la mente esto porque en la oficina tenemos un pasante, un joven de bachillerato. De colegio, aunque no de los rimbombantemente caros, de los normales, uno que yo podría pagar. El niño ha venido cada día con una camisa deportiva de marca, u original de equipo europeo...ajá, de esas caras. Para mí son caras. Dar $70 por una camisa es algo que nunca he hecho ni pienso hacer, creo. Hoy le vi los zapatos - no, no lo estaba tijerenado, estábamos enmedio de una reunión super aburrida y ver debajo de la mesa no fue intencional. Tenis. Caros. O al menos no eran mis tenis de $29 del Payless.

Me vino todo esto a la mente porque a veces juzgamos y vemos a los nuestros como lo malo, sin tener marco de referencia, sin saber que son lo bueno. Mi adolescente nunca me ha pedido ropa ni zapatos de marca, se pone lo que le compro, cuando le ofrezco comprarle...que es el equivalente a cuando puedo comprarle. Jamás ha visto feo lo que le doy por ser de bajo precio...y sin embargo a veces me lo critican.

Quizá en este caso comparar sí sea bueno; comparar para ver que lo que se tiene es mucho mejor que eso "de afuera" que se supone es el marco de lo normal y estándar.

Ah sí, yo también parezco retrato y para colmo, la principal fuente de crítica fue culpable de arruinar mi blusa favorita.

Cositas de la creación.