martes, 14 de agosto de 2012

La vida es una foto

Quizá en mi vida anterior fui fotógrafa, porque me gusta mucho tomar fotos. Cuando ví Step Mom con Julia Roberts amé el trabajo de Isabel. Esa sensación del click contínuo capturando instantáneas para luego elegir la mejor pose para los fines deseados.

En mi infancia hubiera sido difícil, o al menos caro, descubrir esta pasión. Tomar fotografías era un lujo, tomando en cuenta que había que comprar el rollo - sí, rollo de 110 o 35 mm, extintos supongo - los cuales según las ganas $$ de tomar fotos eran de 12, 24 o 36 exposiciones. No había mucho margen para equivocarse, tomarla mal equivalía a desperdiciar una foto.

Luego había que revelar el rollo y hasta entonces, días y a veces meses después, según la urgencia $$$ podía uno ver el resultado. Y claro, se pagaba cada regada.

Con el tiempo el revelado se hizo más eficiente y ya le podían mostrar antes al cliente una impresión de prueba para que eligiera si no quería las fotos mal tomadas y evitar pagarlas.

Recuerdo haber comprado mi primera cámara de rollo en 1999, la sentí cara, en $50 en el aeropuerto de Panamá. Nosotros todavía hablábamos en colones.

Varias piñatas del peque las tomé con esa cámara, las digitales aun eran muy caras. Lo peor que nos pasó fue habernos equivocado de rollo y poner uno ya tomado. Nos quedamos sin fotos de la piñata, hubo que pedirle a los invitados y así rescatamos un par tomadas con un celular.

En combo con la compu  creo que en 2008 me atrevì a "sacar fiada" mi primera digital - digo, porque ya feneció y voy por la segunda - y la vida cambió. Fotografiar lo que fuera estuvo al fin al alcance de mis dedos, sin cargo de conciencia. El sol, las nubes, las flores, los animales, los edificios, las miradas, el crecimiento del peque, todo lo que se me pasaba enfrente.

Ya tengo varias fotos de amaneceres, atardeceres, nubes y últimamente he incrementado la colección de árboles y flores.

Les dejo algunas =)









viernes, 10 de agosto de 2012

Tweet-post II

Cuando el subjuntivo y el condicional nos abandonan, el presente simple es la solución.




A veces quisiera ser gato, para sentir que es natural pelear con este perro amor.



Y si tu piel es mi mundo, le daré la vuelta en 80 besos.



Hay verbos que sólo deberían admitirse en pretérito perfecto, simple o compuesto.



Ese momento extraño en que ya es necesario contarla para vivir.



Debemos abolir la esclavitud, no tiene caso seguir encadenando sentimientos.



Perdí la dirección de la farmacia donde encontré las tiritas para este corazón partío.



Dragones en adopción, información aquí.



Se escuchan corazones a domicilio.



En un mundo digital, haré un daguerrotipo de tus intensiones



Yo sé que en general sí tengo quien me escriba, el problema es que el viento borró la dirección.



Lo malo de hacer dieta de amor, es que el agua ya no está como para chocolate.



Usaré el imperativo. El Condicional me ha quedado tan mal.



¿Te conté que me fui en el Curiosity? Ayer al fin he llegado a-marte.



Consultándole a la RAE si Olvido se escribe con “V” de “vacío”.



Muy triste terminó Celeste, en estos tiempos ya no hay a quien le cueste...

jueves, 9 de agosto de 2012

Star Wars pictures

 En uno de los días de la vacación fuimos con el Peque al Tin Marín, pues anunciaban varias exposiciones nuevas y por tiempo limitado.

Cuando dijeron "Exposición Star Wars" me imaginé otra cosa. Pero eran para la venta.
En mi humilde opinión no debieron cobrar por pasar a verla, si es negocio.

En fin.

Para los coleccionistas y fans, ahí dejo las fotos. Disculpe el sacrilegio de no saberle los nombres a todos, pero yo las veía de chiquita y no es que me emocionaran al límite.

Si le sabe el nombre, agréguelo

Mi favorito, no por malo, por el traje impecable negro


Que deshereden a quien le puso líneas azules. Era todo blanco.


Just The Master


Simplemente genial


Me gustaría este despertador



Si lo sabe, nómbrelo

La araña no sé qué, dijo el Peque que se llamaba XD

miércoles, 8 de agosto de 2012

Mi primera vez

Nunca antes lo había hecho y menos en un lugar así...pero todas las primeras veces llegan, dicen.


De los pies ya había ido, a esos del Dr Scholl, porque desde que a mis 10 años me hicieron gritar de dolor con anestesia en mi dedo por un uñero, me quedó claro que las uñas de los pies son cosa de profesionales.

Igual y tenía como 3 años de no darme el tiempo para ir.

El precio, sí, es mayor que en esos lugares, pero se paga la conveniencia de que sí hay espacio y tienen horarios flexibles, porque en los otros era casi imposible conseguir cita. También la atención es diferente. Tienen de esos sillones que hacen masajes en la espalda, en un espacio amplio y relajado. En los otros es un cubículo hiper chiquito, siempre a full.

 








La parte del agua tibia tiene luces de colores, aun no entiendo para qué. El Peque dice que para que uno no se aburra mientras espera =).










Te dan una bebida de cortesía... que no hay que ser tan inocente para entender que va incluida en el precio pues.




Las manos fueron otra historia. Nunca había ido. Realmente se siente muy bien. Te ponen cremas – que yo soy super descuidada y no uso – te dan masajito y al final, antes de “maquillar” las uñas, te hacen sumergirlas en cera caliente. La sensación es graciosa, pero se siente muy bien al final.



Volveré? Pueda que sí, para mi cumple talvez, son lujos que no me puedo dar a cada rato, tanto en costo como en tiempo.