Parece que solo vuelvo en días conmemorativos de algo.
No tengo mucho tiempo - dejémonos de eufemismos, no tengo nada de tiempo - disponible en estos días, situación que espero mejore en diciembre, pero bueno, a lo que vine.
Este es un día que no se puede dejar pasar. El 25 de noviembre es el día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer.
Casi toda la atención va a los feminicidios y a la violencia física, que no está mal, ya que son las consecuencias mayores de este tema, las que dejan secuelas más visibles y terribles. Pero algo que existe desde la infancia, casi desde que una niña nace y se ha normalizado demasiado es la violencia verbal. Y no, no solo se trata de gritos o de palabras hirientes, también el tono al decir palabras "estándar" cuenta.
Les dejo un pedacito de un trabajo que hice en esta nueva vida relacionado con este tema. Es la intro y fragmentos de una entrevista.
Desde el punto de vista de la psicología existen elementos
constitutivos del machismo: prejuicio, exclusión, discriminación,
dominación y violencia. El lenguaje también forma parte de esta
violencia.
La violencia de género está presente en el ámbito educativo, pero
abordar el tema pasa por encontrar que no existen tantos estudios
sobre género y educación como sí los hay para los temas de
violencia, ciudadanía y derechos de las mujeres.
Para Carmela Sanz, profesora de Psicología Social en la Universidad
Complutense y fundadora del Instituto de Investigaciones Feministas
de la misma institución “nuestra sociedad sigue siendo patriarcal,
al igual que la universidad, que, digan lo que digan, es muy
machista”.
Este machismo está presente también en las instituciones
académicas, tal es el caso de la La Real Academia Española,
institución cultural con sede en Madrid (España) que junto con
otras veintitrés academias de la Lengua correspondientes a cada uno
de los países donde se habla el español conforman la Asociación de
Academias de la Lengua Española (ASALE). La institución que se
dedica a la regularización lingüística mediante la promulgación
de normativas dirigidas a fomentar la unidad idiomática entre o
dentro de los diversos territorios que componen el llamado mundo
hispanohablante no ha tenido, desde su fundación en 1713, una sola
directora mujer. La proporción entre miembros hombres y mujeres
también muestra el predominio masculino. Su director en 2018, Darío
Villanueva, reconoció que esta institución tiene un "déficit
histórico en la presencia de mujeres", pues de 46 académicos
solamente ocho son mujeres.
Existen muchas formas de violencia contra la mujer. Quizá las que
no dejan marcas visibles son de las más difíciles de explicar y
comprender. ¿Por qué el uso de cierto tipo de lenguaje constituye
una forma de violencia?
No
es que sea invisible. Nos han enseñado que las palabras no hieren,
eso es otra cosa, pero el uso del lenguaje no es invisible. Que le
digan tonta, vos no podés, vos callate; vos no estás aquí para
opinar, estás aquí para servir; no, mamita si ella es mujer ¿para
qué la vas a tomar en cuenta?. Todas esas cosas no es que estén
invisibilizadas, sino que esas cosas son violencia verbal que se ha
normalizado y por normalizado no quiere decir que no haga daño.
Una de las formas de violentar y mantener a la víctima sometida es a
través del lenguaje. A través de estar constantemente remarcando
que no puede, que no piensa, que no sabe, que no sabe hacer bien las
cosas. Todo esto va marcando su autoestima, va disminuyendo su
autoestima. Llega un momento en que le han metido tanto el mensaje en
la cabeza que la mujer se lo cree. Además de eso tenemos el
aislamiento. No solo la maltrata verbalmente, sino que la aísla. La
aísla de amigas, de la familia, de otras personas que podrían
hacerla reflexionar. Nos han engañado que piensan que son nuestros
cuerpos lo que quieren, si lo que quieren dominar es nuestra mente,
porque si dominan nuestra mente dominan todo lo demás.
El lenguaje una construcción social, que aprendemos inicialmente
en nuestra familia y luego en nuestras relaciones sociales. ¿Existe
un tipo de perfil familiar que favorezca el uso de lenguaje ofensivo
y denigrante hacia las mujeres?
La
sociedad salvadoreña, en general la familia salvadoreña, no es tan
sana. Ese ideal de
familia que todo
mundo tiene en la cabeza
de papá, mamá, hermanos
amorosos e hijos
amorosos no es tal.
Porque
lo hacemos a puro ensayo y error. Hay gente que reproduce el maltrato
que recibió de sus padres y madres hacia los hijos e hijas. Y eso de
pasar golpeando a las hijas es enseñarle que el que la que los
quiere los golpea. Y todavía cuando las castigan golpeándolas
físicamente les dicen “te doy esta
nalgada o te doy este cinchazo porque te quiero. ¿Qué mensaje
estamos metiendo en la cabeza de las niñas y los niños? Pero sobre
todo de las niñas, estamos metiendo el mensaje que el que te quiere
te pega.
¿Los efectos de recibir insultos y agresiones verbales son los
mismos si se dan cara a cara que si se reciben a través de las redes
sociales?
Hay
estudios sobre lo que genera todo esto del grooming (ciberacoso o
acoso de menores por Internet), del abuso, del acoso sexual en las
redes sociales y realmente el daño es inmenso. Porque una cosa es
que alguien le diga a usted una brutalidad, una salvajada como “en
realidad sos una zorra”, pero si se lo escriben en el internet no
se lo está diciendo solo a usted, está destanteando a toda la red
social que usted tiene cerca.
En
adolescentes esto es peor, en los adolescentes estas críticas, estas
formas de pensar afectan más porque el
lenguaje solo denota la forma de pensar de las personas. La
forma de pensar de las personas se percibe a través del lenguaje.
Estas
personas son agresivas, son acosadores, abusadores
del bulliying, la persona que genera daño a otra persona y que otros
congéneres de los que está ahí cerca forman equipo, forman
pandilla o jauría de perros rabiosos atacando a la víctima.
Entonces los otros no se meten porque les tienen miedo, y los
profesores y profesoras no se meten por lo mismo, porque tienen
miedo. Pero esto ha permitido que este tipo de persona tome fuerza.
Ya
no es que me digan a mí “ah, es que la fulanita es tonta, que la
fulanita es fea, que la fulanita es gorda” se lo dicen en las redes
sociales y lo ven los amigos, los no amigos, los enemigos y todo
mundo. Y todo mundo sigue haciendo mofa de eso que le dijeron . El
evento se hace más permanente, el daño se hace más permanente.
Cuando le dicen a uno algo, uno lo oye, pero por último se pone a
hacer otra cosa y ya no lo está oyendo; pero
cada vez que abre las redes sociales va a ver lo mismo, es más
permanente el daño.