Nunca he sido muy buena para los análisis políticos, pero tengo suficiente raciocinio y sentido común, así como una mente de abogado tipo Law & Order, que me hace preguntarme ciertas cosas de esta vida que nos toca sobrellevar.
Yo suponía, que los tales 20 años de ARENA nos tenían mal porque ellos veían 2 extremos en sus políticas: a los empresarios y gente adinerada (sus miembros principales) y a los “más pobres de los pobres” porque son los que les permitían ganar puntos por sus “buenas obras”.
Siempre sentí que el sector donde estoy – ese de “demasiado rico para que te regalen y demasiado pobre para no vivir sin preocupaciones económicas” - era un sector olvidado por todos. Encima tengo la impresión que somos mayoría y los que a fin de cuentas levantamos al país con nuestra mano de obra. No sé si seremos lo que en los estudios llaman “el proletariado”, pero ahí hemos estado, enmedio del sándwich, sin que nadie nos haga caso.
Pensé, cuando Funes se postuló, que al fin alguien iba a velar por nuestro beneficio, ya que él parecía uno de los nuestros, ciudadano común que se abrió paso con una profesión y que debía trabajar para vivir.
A dos años de que esté sentado en la silla, me siento como estafada de mis propias suposiciones.
No creo que nada haya cambiado para mejor para mí ni mi entorno familiar en estos 2 años. Lo único que sacamos fue que alguien que nos cae bien sea Presidente. Y “sentir” que ganamos. Pero realmente no hemos ganado nada. Seguimos igual.
Los beneficiarios de los programas siguen siendo los mismos de antes, ambas extremas. La diferencia es quizá que Mr President se pasó al extremo superior y viaja en jet privado a Disney, mientras que mis hijos y yo quizá nos moriremos sin verle las orejas de cerca a Mickey.
No me significan nada los uniformes que regalan, porque como mi hijo no va a escuela pública – aunque yo me me eduqué en una – me toca comprarle pantalones y camisas de uniforme cada año porque el niño crece, además de mandarlos a remendar sobre remiendo, porque las rodillas se rompen un día sí y el otro también.
La semilla mejorada no me dice gran cosa, porque a mí no me ayudan con un medio de producción porque no tengo ninguno. No me sirve que aumenten el salario mínimo porque, como tengo la suerte de por mi nivel educativo ganar más que el mínimo, no me han subido el salario en 6 años, en números netos gano menos que en mi trabajo de 7 años atrás y en términos reales es mucho menos, porque con lo encarecido que está todo, el poder adquisitivo está en picada cada día.
Los incentivos a la exportación y a las MIPES no me sirven porque no tengo una empresa.
No tengo casa propia porque como no estoy sentada en mi terreno cuidando mis animales de granja allá enmedio de la nada, pues no me regalan casa como parte de ningún programa de Gobierno.
O sea, sea ARENA o sea el FMLN en el Gobierno, sea Funes o sea Saca, yo no saco nada y sigo igual, o peor, porque sube la luz, sube el gas, suben los alimentos, sube la gasolina, sube, sube, todo menos el salario.
Concluyendo, sus 2 años en CAPRES no me significan nada, ni me causan la menor alegría, aunque el 1 de junio de 2009 haya sido de los que celebraron con una sonrisa su victoria, Señor Presidente.
Yo suponía, que los tales 20 años de ARENA nos tenían mal porque ellos veían 2 extremos en sus políticas: a los empresarios y gente adinerada (sus miembros principales) y a los “más pobres de los pobres” porque son los que les permitían ganar puntos por sus “buenas obras”.
Siempre sentí que el sector donde estoy – ese de “demasiado rico para que te regalen y demasiado pobre para no vivir sin preocupaciones económicas” - era un sector olvidado por todos. Encima tengo la impresión que somos mayoría y los que a fin de cuentas levantamos al país con nuestra mano de obra. No sé si seremos lo que en los estudios llaman “el proletariado”, pero ahí hemos estado, enmedio del sándwich, sin que nadie nos haga caso.
Pensé, cuando Funes se postuló, que al fin alguien iba a velar por nuestro beneficio, ya que él parecía uno de los nuestros, ciudadano común que se abrió paso con una profesión y que debía trabajar para vivir.
A dos años de que esté sentado en la silla, me siento como estafada de mis propias suposiciones.
No creo que nada haya cambiado para mejor para mí ni mi entorno familiar en estos 2 años. Lo único que sacamos fue que alguien que nos cae bien sea Presidente. Y “sentir” que ganamos. Pero realmente no hemos ganado nada. Seguimos igual.
Los beneficiarios de los programas siguen siendo los mismos de antes, ambas extremas. La diferencia es quizá que Mr President se pasó al extremo superior y viaja en jet privado a Disney, mientras que mis hijos y yo quizá nos moriremos sin verle las orejas de cerca a Mickey.
No me significan nada los uniformes que regalan, porque como mi hijo no va a escuela pública – aunque yo me me eduqué en una – me toca comprarle pantalones y camisas de uniforme cada año porque el niño crece, además de mandarlos a remendar sobre remiendo, porque las rodillas se rompen un día sí y el otro también.
La semilla mejorada no me dice gran cosa, porque a mí no me ayudan con un medio de producción porque no tengo ninguno. No me sirve que aumenten el salario mínimo porque, como tengo la suerte de por mi nivel educativo ganar más que el mínimo, no me han subido el salario en 6 años, en números netos gano menos que en mi trabajo de 7 años atrás y en términos reales es mucho menos, porque con lo encarecido que está todo, el poder adquisitivo está en picada cada día.
Los incentivos a la exportación y a las MIPES no me sirven porque no tengo una empresa.
No tengo casa propia porque como no estoy sentada en mi terreno cuidando mis animales de granja allá enmedio de la nada, pues no me regalan casa como parte de ningún programa de Gobierno.
O sea, sea ARENA o sea el FMLN en el Gobierno, sea Funes o sea Saca, yo no saco nada y sigo igual, o peor, porque sube la luz, sube el gas, suben los alimentos, sube la gasolina, sube, sube, todo menos el salario.
Concluyendo, sus 2 años en CAPRES no me significan nada, ni me causan la menor alegría, aunque el 1 de junio de 2009 haya sido de los que celebraron con una sonrisa su victoria, Señor Presidente.
5 comentarios:
muy buena nota, la he compartido en mi face :)
Eso es lo malo de pensar 'que voy a ganar'. Yo también soy de clase media, por lo que la canasta alimenticia no me preocupa, mi empleo no me preocupa, el combustible de mi vehículo no me preocupa. Los aumentos que se han generado no impactan de manera significativa en mi estilo, pero si lo que dice la propaganda oficial es cierto: médicos y medicina en cantones, préstamos al agro con bajo interés, asegurar casas para los que no tienen, uniformes para todos, plan de alfabetización, racionalización del gas; pues me alegra por la gente que si le genera un impacto positivo esas medidas.
El señor Funes nunca me cayó bien al 100% y mas mal cae verlo en jets de lujo, pero estoy seguro que tooodos los presidentes del mundo se dan esos lujos y más, así que no tiene caso hacer escándalo siempre y cuando no sea con fondos estatales.
En vista de los recientes acontecimientos, retiro parte de mis comentarios... "presidente de mierda", gracias por el espacio.
Qué impotencia, Clau. :(
Xela:: Me pasaré por ahí, capaz que a vos te comentan más...como sos más famoso =)
Iba Pasando: mmm, cabal esperando estaba que rectificara ja ja ja. No todo es malo, ha hecho cosas buenas, pero puesí, yo me quejo por lo que me atañe. Por cierto, creo que ud y yo no somos de la misma mitad de la clase media, porque a mí si me abaten todos esos números rojos en mi presupuesto.
Queith:: me pregunto si podrás votar desde allá en 2012.
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