La madre naturaleza es sabia y bondadosa, quizá lo único que quiere de nosotros es que no vayamos en su contra.
Con el tema de traer al mundo una nueva vida, tiene el mecanismo perfecto para que el bebé se desarrolle tranquilamente mientras nosotras andamos por el mundo trabajando, descansando, festejando...lo que sea, ella se encarga de pensar cómo va a crecer, que haya espacio para que se desarrolle, por dónde y cuándo va a salir, etc.
Ya una vez en este mundo cruel, nos proporciona el alimento del bebé traducido en leche materna, que está ahí, disponible siempre que el crío la quiera, pues aunque parezca que ya no hay, con el estímulo de la succión se produce más casi instantáneamente. No importa que su angelito sea comelón, la madre naturaleza le da para alimentarlo. Y como digo, sólo nos pide que no vayamos en su contra. Porque eso sí, si ella le proporciona leche, pero ud no se la quiere dar al bebé por la razón que sea, “maternalmente” le manda su castiguito traducido en mastitis, una inflamación dolorosa horrible, que se evita de una sola forma: haciendo que la leche salga de los senos y la mejor manera de que salga es que la tome el bebé.
Y para terminar, si ella se encargó de hacernos redondas como el globo terráqueo al final de los 9 meses, con el sólo hecho de amamantar al bebé lo más que se pueda, nos regresa el peso y las medidas que teníamos al inicio, y a veces hasta un poco menos.
Ahora me encuentro gozando de ese último beneficio. Van 3 meses y medio desde que nació Gaby. Cada día hay más leche, cada día come más y se pone más hermosa. Su abuela la estuvo cuidando con una super afección respiratoria y salió ilesa, sin contagiarse. Y yo, cada semana que pasa puedo recuperar una prenda de mi guardarropa...y eso que estoy pecando de comer cosas que no debo, como pan dulce o chocolates.
Claro, tampoco es tan mágica la cosa, si uno estaba pasado de peso antes del embarazo, tampoco puede esperar quedar como Miss Universo...la promesa de la naturaleza es devolverla tal cual la encontró al momento de concebir =)
Y bueno, si usted piensa en tener un bebé, no le tenga miedo a la lactancia, es una bendición y lo mejor que le puede dar a su criaturita. Ya vengo, iré a revisar el closet a ver si encuentro algo más que ya me quede ;P
Con el tema de traer al mundo una nueva vida, tiene el mecanismo perfecto para que el bebé se desarrolle tranquilamente mientras nosotras andamos por el mundo trabajando, descansando, festejando...lo que sea, ella se encarga de pensar cómo va a crecer, que haya espacio para que se desarrolle, por dónde y cuándo va a salir, etc.
Ya una vez en este mundo cruel, nos proporciona el alimento del bebé traducido en leche materna, que está ahí, disponible siempre que el crío la quiera, pues aunque parezca que ya no hay, con el estímulo de la succión se produce más casi instantáneamente. No importa que su angelito sea comelón, la madre naturaleza le da para alimentarlo. Y como digo, sólo nos pide que no vayamos en su contra. Porque eso sí, si ella le proporciona leche, pero ud no se la quiere dar al bebé por la razón que sea, “maternalmente” le manda su castiguito traducido en mastitis, una inflamación dolorosa horrible, que se evita de una sola forma: haciendo que la leche salga de los senos y la mejor manera de que salga es que la tome el bebé.
Y para terminar, si ella se encargó de hacernos redondas como el globo terráqueo al final de los 9 meses, con el sólo hecho de amamantar al bebé lo más que se pueda, nos regresa el peso y las medidas que teníamos al inicio, y a veces hasta un poco menos.
Ahora me encuentro gozando de ese último beneficio. Van 3 meses y medio desde que nació Gaby. Cada día hay más leche, cada día come más y se pone más hermosa. Su abuela la estuvo cuidando con una super afección respiratoria y salió ilesa, sin contagiarse. Y yo, cada semana que pasa puedo recuperar una prenda de mi guardarropa...y eso que estoy pecando de comer cosas que no debo, como pan dulce o chocolates.
Claro, tampoco es tan mágica la cosa, si uno estaba pasado de peso antes del embarazo, tampoco puede esperar quedar como Miss Universo...la promesa de la naturaleza es devolverla tal cual la encontró al momento de concebir =)
Y bueno, si usted piensa en tener un bebé, no le tenga miedo a la lactancia, es una bendición y lo mejor que le puede dar a su criaturita. Ya vengo, iré a revisar el closet a ver si encuentro algo más que ya me quede ;P
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