lunes, 28 de noviembre de 2011

Meterle zancadilla al tiempo, para que no se nos escurra de las manos

Me parece que fue ayer, cuando me senté con él en la Dirección de aquel colegio, pregutándole si de verdad quería quedarse ahí, en ese kinder. Tenía 3 años y la seguridad de querer volar.
Ahora se va solo, a su segundo campamento, y me toca guardar las lágrimas sentimentales, porque a mis 15 años yo también quería permisos para campamentos y no entendía por qué deberían existir razones para negármelos. Si claro, yo tenía 15 y él cumplirá 9 en 2 meses. La vida se pasa volando.

Siento el viento de noviembre-diciembre y me recuerda que hace un año tenía una panza de 6 meses y planeaba baby shower. El jueves ella cumplirá 9 meses de vida, se para, se ríe a carcajadas si le hago cosquillas, dice mama, aplaude, señala con el dedo índice delgadito y delicado, agarra de pincita y tiene peso y tamaño de casi 12 meses. La vida se pasa volando.

Siento que ayer encargué una gallina horneada y fui el 24 de diciembre 64km más lejos a traerla. Pero era la navidad de 2010. Ahora esl 2011 y no encuentro un sitio donde poner el arbolito (que es arbolote y por eso no cabe) ni el tiempo para ordenar los 9 m2 e intentar meterlo porque el peque lo quiere. No, no es cierto, no hay más tiempo que vida.

Cada día que salgo de mi casa y vuelvo, siento que me he ido un día antes. La mañana en que la tuve en mis brazos y comió halandome el cabello y la blusa se me hace tan distante, parece que ocurrió en un Universo lejano.

El día transcurre eterno, entre papeles acumulados, docenas de correos yendo y viniendo, mínimo contacto humano y la mente divagando entre olvidos accidentales y recopilaciones de tareas inconclusas.

Vemos tan poco a la gente que amamos.

Tengo un abuelo de 79 años al que no he visto desde el 2 de nov de 2010, con un marcapasos que le detiene el corazó para que siga latiendo. No conoce a mi hija y cada día que pasa tengo la angustia de que se vaya sin verla al menos una vez. No, no hay más tiempo que vida. Porque a mí la vida se me va sin el tiempo de hacer lo que mi corazón necesita hacer, porque la vida se me pasa sin el tiempo para poder atender lo que realmente me importa.

Y el mundo es tan grande, tan hermoso, que da lástima perdérselo en un dia a dia tan friamente calculado, que no estira ni un milímetro para otro lado.

Te extraño vida, si algún día te cruzas conmigo, vuelve y quédate, para poder disfrutarte.

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