Tanto post pendiente.
El tiempo nos come. A veces me pregunto
si esto es vida. Pero en fin, es la que tengo.
Voy a dedicar estas líneas a mi
queja/reflexión sobre el lenguaje altisonante de un diputado,
recientemente famoso en redes sociales justo por eso, porque no ha
hecho nada relevante, solo ser malhablado.
El distinguido señor se llama Bonner.
Se me olvidó el apellido, va a disculpar.
Lo han hecho parche porque dicen que su
nombre en inglés significa algo para mayores de edad. Tampoco me he
tomado ni me voy a tomar la tarea de buscar la traducción de su
nombre, porque no es lo importante.
El punto es que este señor, en un
arranque de cólera porque dice fue víctima de la violencia que
aqueja al país, olvidó el tip imprescindible de conectar
cerebro-teclado antes de dar “tweet”.
Escribió una babosada, en lenguaje
soez, refiriéndose al discurso de primer año de gobierno de Sánchez
Cerén (lo cual de paso si la vida me da agua será motivo de otro
post).
Yo, como ciudadana que no usa ese tipo
de lenguaje, me siento con toda la solvencia moral para manifestarme
como ofendida ante ese tuit. Sí, puedo tirar la primera piedra.
Mis observaciones puntuales son:
1. Que el diputado justificó su
lenguaje aduciendo “el calor del momento” porque había sido
víctima de la delincuencia. Traduciendo: estaba ofuscado.
2. Que mucha gente justificó su
lenguaje y dijo que estaba bien porque se estaba quejando y había
libertad de expresión.
3. Que algunos lo justificaron porque
dicen que fue sincero.
Ante esto yo digo:
1. El que yo esté enojado no implica
que tengo que usar lenguaje soez. Eso solo demuestra que no soy capaz
de expresar mi enojo de otra manera y que me falta vocabulario.
2. Perfectamente puede uno quejarse y
expresar su descontento de manera educada, usando palabras que no
ofenden a nadie.
3. Para ser sincero no se necesita ser
vulgar ni grosero.
¿Por qué es importante reflexionar
sobre este hecho?
Para mí, es tan simple como que nos
estamos acostumbrando a que cualquier cosa es normal, todo está
bien, hagan el degenere que quieran porque hay libertad, vale queso
la educación porque es chivo expresarse de manera vulgar y así.
Se supone que este diputado se reúne
con grupos de jóvenes y es su líder, según él mismo lo indica en
su cuenta de tuitter. En esa visión ¿es lo que queremos de un líder
juvenil? ¿mostrar que si me enojo está bien insultar y se justifica
porque soy libre? ¿queremos dar el mensaje de que el respeto por las
autoridades es algo malo y pasado de moda? ¿De verdad queremos
jóvenes menos educados de lo que están actualmente?
Solo piense un momento en lo que ve
escrito en redes: intolerancia, mala ortografía, falta de coherencia
entre lo que se dice y lo que se está criticando...y todo eso está
contenido en el tuit del diputado y sus reiteradas justificaciones.
Sí, se disculpó, pero no fue una
disculpa sino una justificación, algo así como “estuvo mal, pero
bien” según él.
Lo más triste es la cantidad de gente,
igual mal hablada y sin poder escribir bien, que respalda su actitud.
Dan pena, pero sobre todo, dan miedo.
Miedo de que sean el futuro de este país.
Por cierto, diputado, agarre un
diccionario, tiene muy mala ortografía y que sea de un pueblo no lo
justifica. Y todo lo que le he dicho no tiene nada, pero nada que ver con su afiliación partidaria.