miércoles, 21 de octubre de 2015

NO MÁS ACCIDENTES!!!

Solo esta mañana leí la noticia de 4 accidentes de tránsito en diferentes puntos del país, uno de ellos con dos víctimas fatales.
Cada día se cuentan varios, al menos de los que nos informan las redes sociales y los medios.
¿Quién tiene la culpa de tanto accidente?

Antes, cuando la vida era más tranquila y no había tanta tecnología, me atrevería a decir que la principal causa de accidentes de tránsito eran los conductores ebrios.

Hoy, con miles de automotores circulando diariamente solo en la capital, con docenas de elementos distractores, con la vida acelerada y esa eterna prisa por llegar a saber a dónde, con la prepotencia y mal genio con el que parece levantarse buena parte de la población, ya no se sabe.

A veces se resume en una palabra: conductores temerarios.

Antes ser temerario abarcaba ir a excesiva velocidad, ahora creo que la definición se extiende a los que van con el teléfono en una mano y un cigarro en la otra (ajá, con ninguna en el volante), al que lleva el teléfono en el asiento del pasajero y va pendiente de cuanto mensaje cae, al que no le alcanza la vida para esperar que el semáforo cambie de rojo a verde en SU carril y se pasa cuando el perpendicular tiene rojo...y el suyo también, a los que creen que por ir en súper camionetas se pueden pasar llevando a los pequeños, a los que creen que caben entre dos carros paralelos en una vía de dos carriles, a los que usan el hombro de la calle y hasta las aceras para saltarse la cola, a los que aceleran a fondo de esquina a esquina solo para quedar detenidos en el siguiente semáforo, y así.

Y los peatones no se quedan atrás. Docenas de atropellados cerca o incluso bajo las pasarelas, gente que se atraviesa la calle mirando para abajo, al celular, sin ver a los lados como debería ser. Aniceto Porsisoca, después que lo atropellaron, decía que hasta para arriba hay que ver, no vaya a ser que venga un helicóptero bajito.

El accidente de hoy ocurrió en carretera, en una carretera de un carril por sentido, justo enfrente de una señal de no adelantar. ¿Mi teoría? El bus no se quiso aguantar en la fila, se tiró en sentido contrario e impactó de frente al camión, matando al instante a sus dos ocupantes. ¿No es suficiente sobrevivir a la delincuencia para que un irresponsable acabe con tu vida en un instante?

Yo estoy decidida a hacer campaña para recordarle a la gente que manejar no es un derecho, es un privilegio que hay que saber usar, no es algo desechable lo que está en juego, son vidas humanas las que corren peligro con cada ebrio, cada ajolotado, cada distraído que anda por la calle frente a un volante.


Súmese y ponga su gotita de sol para secar este mar de irresponsabilidad.

No hay comentarios: