martes, 8 de febrero de 2011

Testamento

No, no me pienso morir. Para nada.

Pero estoy en un proceso algo parecido a hacer testamento, si eso se refiere a poner en orden los pendientes y dejar repartido todo.
Tengo poco tiempo. Lo más preocupante es que no puedo saber a ciencia cierta de cuánto tiempo dispongo, porque como pueden ser 5 semanas, pueden ser menos, incluso 2.
Por lo pronto, en la oficina ya se empezaron a "afligir" y me están poniendo tarea tras tarea para que las haga antes de que me vaya. Y yo claro, las pondré en la cola, porque hay cosas que debo de hace ratos y tengo que dejar resueltas.
Y ya, no aguanto más días de estress ininterrumpido como ayer. Espero que no se repitan esas jornadas maratónicas en las que ni al baño puedo ir en todo el dia. Ya no estoy para eso.
Mientras tanto, Simán se encargó de endulzarme el dia...aunque por necia también de acidizarlo. Ayer me fui por un par de pijamas porque ya nada me queda. Me enseñaban cada modelo estilo "abuelita" que preferí reír en lugar de llorar. Yo que siempre busco las que traen el papelito de "juvenil" ja ja ja. Sólo me sacaban cosas con mangas y botones, cortadas del medio, en colores aburridos. Al fin encontré unas, de las juvenil, que el short no me queda ni de broma, pero la blusita en talla XL (señores St Jacks hagan XXL please!) se ajustó a la panzototota. Cuando fui a pagar me dijeron: "firme aquí, le voy a regalar unos chocolates". Ni idea tenía que había una promoción relacionada. Bien simpáticos, con el forro de la foto de David Bisbal - quien no me atrae en lo más mínimo- pero chocolates al fin. Lo malo es que luego de comerme uno, por aquello de la gastritis, me quedó el malestar ácido. Guerra avisada en la que salgo lesionada por necia.
En fin, espero que hoy pinte mejor el dia y pueda medio ordenar este campo de batalla, desordenado y polvoriento, al que le llaman mi "puesto de trabajo".

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