jueves, 7 de junio de 2012

De copas que no son de vino y otros usos del alfabeto

Dedico este post a mi querida @NoMienta, quien asegura que las únicas copas de las que tiene información son las de vino =).

Dicen, que un amplio porcentaje de las mujeres no usa la talla de sostén que le corresponde. En general, se diría que es por desconocimiento de su talla real. Yo agregaría también que es por la falta de existencia de prendas que se adapten a todas las denominaciones.

Yo, pasé mi entera adolescencia y buena parte de la temprana adultez usando, en efecto, una talla que no era la mía. Me sentía mal, pues nada me quedaba bien, o flojo, o apretado, o....o.

De pequeña me compraban la ropa en el mercado, sí cabal, del tipo “bájeme ese”. La señora a la que acudíamos vendía los tradicionales Maidenform®, blancos, de tela rígida. Bien sesenteros digo yo. En fin, como todas supongo inicié en talla 32, porque era más bien flaca, aunque no me di cuenta de esa condición hasta que ya no existió, lo cual es materia para post aparte.

El punto es que habían, 32 A y 32 B. El A era más pequeño, así que me tocó B. Y así pasé, del 32 al 34, al 36...y mientras aumentaba en edad, pues las dos razones fundamentales para usar la prenda también crecían. Y nada me quedaba a gusto.

En la edad adulta llegué a pensar que mi talla era 38B y esa usaba. Fue hasta una vez, pasada los 20 y sin hijos aun, en una visita a las Californias, que mi madre me dejó sola en una tienda Victoria's Secret mientras ella entraba a otra tienda contígua. Ahí estaba yo, viendo las linduras de diseños que tenían, lamentándome que de todas formas para qué, si a mi nada me quedaba bien. En eso se me acercó una dependiente, con un su botón que decía “Hablo Español”. Me quería mostrar el modelo más reciente, pero en mi escueta lengua anglosajona le dije: “Thanks, I'm just looking around”. Me insistió y ya no me dio la traducción simultánea, así que le expliqué en Español que nada me quedaba bien y por eso no me quería probar nada, que era por gusto.
“Y qué talla es?” me preguntó. “38B” le dije yo.
“No, ud no es 38B” aseguró con solo mirarme. Sacó una cinta métrica y tomó un par de medidas, luego dijo categóricamente: “Ud es 36DD”. En mi vida había escuchado algo así. Resultó que había un mundo más allá de la B y yo sin saberlo. Me probé uno de la talla sugerida y quedó más que perfecto. Lo malo era el precio: $38 por una lindura, pero no estaba en mi presupuesto. Ya con el dato de la talla, felizmente pasé por un Target por un par de $10 en una marca más modesta, los cuales me acompañaron por años, hasta que la inelasticidad nos separó.

Fui feliz, porque descubrí la verdad, pero triste, porque aquí en El Salvador jamás pasaron de la B. Hasta hoy conozco sólo 1 ó 2 marcas (sí, RAE, le voy a seguir poniendo tilde) que venden aquí en talla D, por supuesto en el almacén en que todos compramos. Pero DD jamás han vuelto a ver mis ojos...bueno, solo cuando han habido encomiendas de allá para acá y aprovecho para pedir gusto.

Todo esto surge por dos eventos: uno, el post de Ivonne María sobre la relación directa entre la letra que a una le toca y la oportunidad de obtener un buen trabajo en los medios televisivos y otro, el anuncio de Multiplaza de que traerán una tienda Victoria's Secret.

Yo fe no tengo mucha. Ya pasó con Sears, por ejemplo, que nos han vendido el nombre, pero no es el mismo contenido/precios que allá. Y cabe decir que comprar Sears allá es ropa de latino, de pobres, y aquí nos lo plantean como aquel caché y exclusividad. Wallmart, otra gran mentira, no traen ni las mismas cosas ni a los mismos precios.

Si me van a salir conque la niña Victoria nos va a vender solo A y B, cuando aquí hay hasta para Fs, mejor nos quedamos con Yolanda Desiré, digo yo.

Ah sí, la otra queja ante la humanidad es que puras cosas aburridas hacen para esas tallas. Todo lo lindo, delicado, en colores, sexy, divertido, es en A y B, condenando a las que sí tienen qué mostrar, a esconderse en blancos y beiges de telas sólidas, tipo abuelitas de los 50's.

Fin del espacio publicitario.

1 comentario:

iba pasando dijo...

El país de las chiches tristes, porque no tienen su talla adecuada.

Puede ser un tema en FB (hoy hay varios eslogans sobre senos) para exigir a los fabricantes locales y almacenes distruibuidores la variedad de tallas que existen.