La semana pasada terminamos una tarea con el peque sobre escritores. Eran 11 biografías, todos hispanoparlantes a excepción de uno.
Aprendimos mucho, lo digo en plural porque yo las leí todas y habían datos que o no me enseñaron o ya había olvidado.
Que nos haya tocado Manlio Argueta justo en la época de la FILCEN, verlo en una nota de prensa y decirle : "mirá, él es uno de los que tenés que investigar" y que se diera cuenta que está vivo y es una persona tangible, no como las historias de personas que fueron alláaaaaa hace miles de años.
Caer en la cuenta yo misma que Claribel Alegría aun vive, entender de qué se trata Cenizas de Izalco y sentir ganas de leerla, relacionar que ella es la autora de "No me agarran viva", obra que siempre he querido leer porque el título es impresionante.
Usar para la foto ilustrativa de Isabel Allende mi propia colección de libros de ella, darle "ya sacados" datos de la biografía que ella misma ha escrito en su web porque soy fan y los conozco y no una vil transcripción de wikipedia como habrán hecho sus compañeros.
Enamorarme de Juan Rulfo porque nunca lo había visto y era realmente guapo, aun en su vejez.
Hablarle del Gabo como que fuera mi amigo y decirle que más que su biografía, lo que debe leer es "Vivir para Contarla" y enseñárselo en papel, edición grande, de las primeras, junto con una viejísima de Cien Años de Soledad.
Darme cuenta que Salarrué fue un niño bonito que lo chinchinearon de aquí para allá en cosas culturales y que la mayoría de los famosos fueron izquierdosos, sufridos y revolucionarios, luchadores, con ideales.
Saber que hubieron dos Alejandro Dumas, padre e hijo.
Tener por primera vez ganas de leer algo de Asturias, porque nunca supe de qué se trataba El Señor Presidente y me parece fantástico.
Tantos y tantos libros que falta vida para leer.
Aquí les dejo a los 11, a ver si los pueden reconocer.
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