Al principio me opuse a esta distinción entre niños y niñas, sin embargo, al ser yo misma víctima de abuso de poder por el hecho de ser mujer, quizá sí haya tomado conciencia de la importancia en hacer énfasis en un día para las niñas. Aunque parezca absurdo, todavía a estas alturas de la historia de la humanidad se cree que los varones nacen con todos los derechos y que las mujeres - desde niñas - deben luchar para conseguir lo mismo.
A propósito de los niños, futuro de la humanidad, dejo este párrafo del Instituto de Derechos Humanos de la UCA IDHUCA:
"Y sí, hay que insistir. La organización de la salud y la educación, la transmisión intergeneracional de culturas machistas, corruptas y mágicas, son máquinas de matar. Como lo es el sistema económico vigente, con los salarios mínimos de vergüenza incluidos. Las máquinas de matar no se cambian de un plumazo. Necesitan tiempo, para irlas convirtiendo en maquinaria que funcione a favor de la vida. Es necesario tener políticas básicas que reflejen acuerdos nacionales, tomar decisiones y mantenerlas, dar el tiempo necesario para asegurar que la vida florece y se perpetúa a través de la calidad de las instituciones. Algo se ha avanzado en el siglo XX a favor de la vida. Pero la institucionalidad social es todavía tan elitista, tan reservada a una cuarta parte de la población, que se la debe considerar todavía como máquina de matar. Mientras no caigamos en la cuenta de ello seguiremos poniendo parches en una maquinaria obsoleta. Sólo la conciencia genera cambios. Y los políticos, que deberían generar conciencia de la realidad, de momento están más preocupados por conservar o conseguir el poder e insultarse mutuamente para ganar provecho. Así, y más en tiempo de crisis, perdemos tiempo. Y nos volvemos cómplices de la máquina de matar."
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