Conociendo El Salvador: Café San Fernando

Unos días antes de las vacaciones estábamos algo aburridos de ir a los mismos centros comerciales de siempre, ya que donde vivimos no hay parques cerca ni lugares de esparcimiento sano y seguro, así que nos decidimos por fin a ir a la zona del volcán de San Salvador, a uno de los afamados cafés de la zona.

La travesía fue algo divertida, yo iba manejando y tenía una leve idea de dónde quedaba la cosa, pues en UNA de mis clases de manejo me llevaron por ahí. Pero...eso fue antes de que construyeran una residencial nueva y el Boulevard Diego de Holguín, razón por la cual la fisonomía de la ruta había cambiado un poquito y...me perdí =)

Nos habían dicho que, yendo sobre la Chiltiupán camino a Santa Tecla, se cruzaba a la derecha en el Café de Don Pedro. Hasta ahí todo azul. Había que cruzar a la izquierda en algún punto, pero no lo encontré y seguí recto, pasando por unas super casas en una cuestona que hasta miedo me dio. Al llegar “al tope” y constatar que por ahí, si bien eran las faldas del volcán, no quedaba el camino al boquerón, dimos la vuelta y al finalizar la residencial vi el no inaugurado Diego de Holguín. Justo ahí al lado es la callecita, porque son dos mini carriles – uno de ida y otro de vuelta – los que constituyen la Calle al Boquerón.

Subimos y subimos y subimos...y de repente empezamos a bajar. Oops, si esto tiene mirador, debe estar arriba supusimos, no puede quedar abajo. Preguntando se llega a Roma y, después de pasar frente a la afamada Cajamarca, (misma que no conozco porque nadie ha tenido a bien casarse e invitarnos ahí) llegamos a los 14 minutos al “mentado” Café San Fernando. Justo en el tiempo, nos habían dicho 15 minutos, pero la espera se hace eterna cuando uno no conoce para dónde va.

El restaurantito, bastante típico, se desarrolla en una finca de café y las mesas no están en el “casco” sino dispersas entre los árboles en la pendiente, desde donde se vislumbra el valle ahí por Nejapa y Quezaltepeque.

La comida es bastante buena y los precios son, según los entendidos en churrascos y similares, “estándar”. Digo, pues como lo mío es la ensalada césar, eso de pagar de $10 a $12 por un plato típico de carne se me hace caro, pero los consumidores habituales dicen que así anda en todos lados.

El clima está bien, aunque no estaba haciendo friíto como esperábamos, solamente no hacía calor. Me robaron el corazón un arbolón con un hueco al centro, unos árboles frente al sol de las 5 pm y la luna coqueta que ya había salido a esa hora.

Les dejo las respectivas fotos para que conozcan. Si quieren ir vayan temprano, que según parece cierran entre 6:00 y 6:30 pm. Debe ser por la seguridad de la zona, porque en toda la carretera no hay ni un triste poste de alumbrado público...mejor lleve su lamparita =)