Le parfum

Hace mucho tiempo leí el libro “El Perfume” de Patrick Suskind, en una época en la que a un cerebro inteligente se le ocurrió reeditar en pasta dura y a muy bajo costo una serie de best sellers, los cuales vendían en una cadena de supermercados.

Lo siento para los que pensaron con la película que la cosa era novedad, el libro es del 85, aunque yo lo leí mucho después – de lo contrario no hubiera estado a precio accesible – y realmente cuando leo el libro no me llama mucho ver la película, así que esa no la ví.

Aunque tiene fragmentos algo crueles y toscos, me gustó mucho el libro porque captura una sensación de la cual soy seguidora y víctima a la vez: los olores.

Me encanta el olor natural de las cosas: frutas, flores, hojas...café, chocolate, mmm!!! y, a decir verdad, también el de las personas. El olor a bebé es una de las sensaciones más frescas y suaves que he experimentado, así al natural, sin talcos ni lociones ni nada externo.

Creo que yo tendría éxito en esos concursos donde le vendan los ojos a la gente y reconoce a algún familiar por el olor.
Se ha percatado usted que el olor de las personas no es el mismo durante el día que cuando recién se levantan?...si no lo ha experimentado, pruébelo, es interesante. Aquella vez escribí sobre el olor del recuerdo, porque no sólo las imágenes nos evocan recuerdos, también los olores – bueno, al menos a mí y creo que a otro grupo de sinestésicos que andan por ahí -

Como cosa rara, no soy muy dada a los perfumes. Debo confesar que jamás en mi vida he comprado un perfume para mí...los que he usado me los han regalado y como producto del desconocimiento de mis gustos, pues no todos han sido de mi agrado. Han habido algunos con mucho éxito, como uno en un frasco rosado bastante coqueto que me regaló mi papi para una navidad – del cual le debo el nombre porque realmente nunca me percaté - que me lo acabé hasta la última gota. De chiquita me acuerdo que una tía me regaló un Charlie No 5 y me cautivó.
No me gustan los olores a flores o frutas, ni los muy dulces, ni a verde, ni a pinos, ni a madera. Es difícil realmente decir con palabras cuáles son los que prefiero, tendría que sentirlo. Por otra parte, si el olor de algo es penetrante y fuerte, me da dolor de cabeza e incluso hasta migraña – razón por la cual sufro con los desinfectantes -.

Cuando voy a los almacenes, casi que les huyo a las señoritas que están aplicando muestras de los perfumes, para no andar en el brazo un olor desagradable. Sin embargo, quisiera felicitar al genio que se le ocurrió dar las muestras en cartoncitos =)

De esa manera, un día en un almacén me ofrecieron la fragancia Carolina Herrera 212 for men – dizque para que la regale para un dia del padre ja ja – y realmente me gustó. No huele a nada de lo que no me gusta, es suave, delicado, casi imperceptible, pero realmente agradable. Claro, un mismo perfume no le queda igual a dos personas...pero nada se perdería con probar si el del papelito se siente igual ya aplicado.

Me dio curiosidad si doña Caro tenía una propuesta para dama, y encontré el 212 Sexy for women...será una fragancia parecida a la de hombre? Si tiene una muestra, ahi me la manda, para probarla =)

Y usted, de cuál usa?