jueves, 9 de diciembre de 2010

Editoriales Océano, jamás te compraré otra enciclopedia

Hace un par de años compramos 2 enciclopedias de Océano. Una de ellas nos “convencieron” en una dizque entrega de libros que hicieron, donde publicaron historias escritas por los niños del kinder. Ya ahí en la reunión comprendimos que el libro era el gancho para vender las enciclopedias.

Se suponía que tenían información útil para todos los niveles. Ya nos echamos prepartoria y primer grado y no nos ha servido para las tareas que le han dejado al peque. Había más info al googlear las cosas que ahi. Supuestamente traía un recurso on-line, pero quizá había que ser hacker para encontrar dónde estuviera algo que sirviera para el objetivo deseado, nuevamente ganó google.

La otra “trampa” me la puso una amiga, que estaba desempleada y llegó a mi casa a que le comprara una enciclopedia de inglés. Se veía bonita y aunque el peque estaba en un kinder donde dizque le enseñaban inglés, digamos que por ayudarle la agarré.

Ambos chunches había que pagarlos en cuotas como por 2 años. Eran como $16 de una y $15 de la otra, así que pensamos que no sería problema. Eso sí, les recontradijimos a los vendedores que no teníamos tiempo de andar de banco en banco pagando cuotas, que nos llegaran a cobrar a domicilio o que nos dieran un medio on-line para pagar. Y se suponía que así sería.

Todos felices y contentos, ahi íbamos, pagando mes a mes.

Un buen día, necios ellos que de la que se hacían pagos on-line les hacía falta un pago. Les envié toooodos los recibos y al final de varios correos de ida y vuelta, aceptaron que estaba todo bien y que la deuda estaba saldada.

De la otra, me llegaba a cobrar un señor, que de repente dejó de llegar. Allá a los 3 meses caí en la cuenta que no llegaba y llamé al teléfono que decían los recibos, para pedir que fueran a cobrar. Me atendió un señor Villacorta que dijo llevar el caso y que disculpara y que en esa semana me llegaría otro cobrador porque el maitro inicial ya no trabajaba ahi.

Y pasaron otro par de meses y nada. Y volví a llamar, a todo esto gastando celular en las llamadas porque no tengo salida a fijo en horas hábiles. Y llegó otro, de manera super irregular, tanto que un buen dia me llega una nota, que el expediente estaba en el jurídico por mora. Interesante. Yo cliente preocupada porque no me llegaban a cobrar y ellos mandándome a dicom.

Le llamé nuevamente al tal señor Villacorta, quien insistía que yo fuera personalmente a pagar a Océano. Le aclaré que yo había aceptado la tal enciclopedia con la única codición de que el cobro fuera a domicilio, porque no tenia tiempo de andar pagando en bancos. A regañadientes me dio una cuenta bancaria para cancelar on-line.

Pagué todo y allá a los meses me llega otra nota, diciendo que me iban a embargar porque estaba en mora de $16.

Conté hasta 350, respiré hondo y un sábado le llamé al tal señor Villacorta, quien casi riéndose me dijo que lo del embargo era para “asustar” a los clientes. Yo no le salí asustada, sino en reclamo de todos mis derechos de consumidor ofendido. Quedamos que para Océano era indispensable que yo fuera personalmente a llevarles los recibos de pago, mismos que ya había enviado N veces por e-mail y repetidamente me decían que un pago, del cual les estaba enviando el recibo, no lo habían registrado ellos en su “sistema”.

Finalmente un dia me resigné al descuento de sueldo y fui a entregarle todo al señor Villacorta, quien me trató lo peor que pudo, aparte de hacerme esperar mientras hablaba por teléfono con a saber quién, pero no parecía de vida o muerte.

Le pregunté si lo que me estaba dando – la letra de cambio que yo había firmado – era suficiente constancia de que ya no había deuda y me dijo, muy ofendido él, que si tenía duda que preguntara en otro lado, que eso era todo lo que ellos daban. No sé usted, pero en otras casas crediticias serias, le dan a uno la tal “cancelación” que le mientan.

Y bueno, eso fue a principios de este año. Asumía yo que ya podía olvidarme de Editoriales Océano para siempre, con la bella opción de cambiar de estación cuando se les ocurriera llegar a hacer publicidad radial a sus tales métodos de estudio y no sé qué más venden.

Pero no.

Hace como 2 semanas me llama una señorita, diciéndome que era de no sé cuál departamento de Océano, y quería corroborar si yo había cancelado la deuda pendiente. ¿? Le mencioné al tal señor Villacorta, lo mal que me atendió y mi sospecha de que quizá él voluntariamente había “empapelado” el caso para que me siguieran invadiendo la tranquilidad con sus llamadas. Me aseguró que el tal señor ya no tenía nada que ver en el asunto y que yo tenía que llevar el contrato original y el pagaré para que lo viera una Licenciada X. Ahhh no, le dije yo, si de ir es que no tengo tiempo. Si el tiempo me sobrara ya hubiera ido a la defensoría del consumidor a quejarme de ustedes y su mal servicio.

Total que me lo pidió que se lo enviara por fax en ese momento.

¿Ella creerá que lo ando en la bolsa del pantalón o algo así? Le djie que lo iba a buscar.

Ya lo encontré, pero no lo he enviado. Ahí tengo el papelito debajo del mouse pad, con el No de fax y el nombre de la fulana. Uno de estos dias en que me acuerde, lo mando.

Así que Océano, ten por seguro que JAMÁS, pero JAMÁS, te vuelvo a comprar una enciclopedia.
Prefiero ir a pelearme con las polillas de la librera de mi infancia y desempolvar la colección Tazumal y La Tierra y sus Recursos, que unidos a las fichas de la Madre Guillermina, los folletos de Guanaquín y Prensita, seguro me proporcionarán la sabiduría infinita que se requiere para pasar la primaria tranquilamente.

4 comentarios:

KR dijo...

jajajajajaja... no me río de usted Clau... ni del caso, que para ser honesta... he escuchado N veces, pero es que lo contó con tal impulso "entrañal" que me provocó la risa...

Ah... todos esos libros que mencionó fueron fieles compañeros de muchas infancias, incluyendo la mía... me trajo buenos recuerdos, me visualicé copiando de la ficha de Madre Guillermina en cuarto grado... siempre me pregunté cómo era esa señora, me imaginaba una monjita gordita, de mediana edad y con unos graaandes lentes!

iba pasando dijo...

De niño tuve dos enciclopedias que las leí completas de cabo a rabo: -Las colecciones: Lo sé todo. y Lo sé todo de América. (fui el único en la casa en leerlas je je)

Las empresas medianas son unas desorganizadas con las cuentas... hay que guardar todo para que no se hagan después a uno.

Con telecam tenía un servicio de internet excelentes, cero quejas, cero caídas, pero los pagos eran presenciales!! ni modo, tuve que cambiar el contrato.. y como a los seis meses se dieron cuenta que les debía una colita (que si era correcta y exacta)

Pero para un maltrato salga corriendo a la Defensoría y lléveles copia a ellos, para que se abatan... cuando le cumplan, dígales: "Nombre, si yo solo lo hice para asustarlos, no era en serio" (viera que rápido atienden)

Adolfo Napoleón dijo...

Usted cree que tuvo problemas con los pagos???

Clau le cuento lo que me paso hace poco:

El jueves de la semana pasada entregue mi tesis, al ver mi estado de cuenta decia que hubo un pago en el que me faltaban $5, el rollo es que era el ultimo dia para entregar mi tesis, tuve que regresarme a mi casa por el recibo y como ya casi cerraban la oficina de Graduados y egresados pague un taxi para llegar rapido a la U...

Solo dese cuenta Clau de lo que uno tiene que pasar por la ineptitud de otros...

Clau dijo...

KR: yo que nunca me la imaginé...y menos de monja =)

Iba Pasando: si eso de salir corriendo a poner queja es de lo que no tengo tiempo. Ahhh, la burocracia!.

Adolfo: yo no es que lo esté regañando, pero...y por qué esperó el último dia para entregar la tesis pues? :P