Hoy es el dia Internacional de la
eliminación de la violencia contra la mujer, proclamado por la ONU
el 25 de noviembre en homenaje a las hermanas
Mirabal, las cuales fueron asesinadas por el régimen de Trujillo
en República Dominicana. Si se leyó “La Fiesta del Chivo” de
Vargas Llosa sabe de quiénes estamos hablando.
El Secretario General de la ONU Ban
Ki-moon pidió unirse a 16 dias de activismo, iniciando hoy y
terminando el 10 de diciembre, día de los Derechos Humanos, para
hacer conciencia sobre el tema.
Un dato interesante para mí fue
encontrarme entre los embajadores de buena voluntad de la ONU, en el
apartado de la UNESCO a Claudia Cardinale (Italia) Actriz/defensora
de los derechos de la mujer. Es relevante porque según me dijo mi
papá, mi nombre se le ocurrió por ella.
Desde mi perspectiva, uno de los
aspectos más importantes que hay que abordar es la conceptualización
de violencia. Hacer entender a la gente que no solo se limita a un
golpe físico visible, sino que abarca el ámbito psicológico,
emocional, económico y en el lado físico también incluye acciones
que por sí solas podrían no interpretarse como violencia, pero que
vistas en el marco de un comportamiento sostenido y orientado a hacer
daño, ya sea de manera consciente o inconsciente, también
constituyen el hecho.
El lado físico tiene como desenlace
fatal la muerte, la cual obviamente es irremediable. Pero no crea que
solo lo físico es grave. Cuando se trata de niñas que están
formando su personalidad el daño psicológico puede ser incluso más
grave que un golpe. El cuerpo se curte, decían a modo de chiste las
personas que les pegaban para corregirlos de pequeños, dando a
entender que después de cierta cantidad ya no surtían efecto. Pero
el alma se pudre. Se deteriora. Se degenera. Hasta dejar de existir.
La violencia psicológica puede convertir a una niña feliz en un ser
que vivirá toda su vida en la tristeza, en depresión, en el
abandono de sí misma por creer que merece ser tratada así “por
ser mujer”. Las personas maltratadas dejan de ser sí mismas para
convertirse en lo que sus maltratadores quieren, seres invisibles,
meros fantasmas. Van desapareciendo de a poco hasta que de su esencia
no queda nada. Y después el mundo se asombra y dice “a saber por
qué se quitó la vida, si no le pasaba nada”...nada visible, nada
políticamente incorrecto para “su mundo”.
Ante esta fecha no puedo dejar de
hablar de mi punto de vista sobre el evento que conmocionó a la
ciudad el viernes: un grupo de niñas pidiendo que viniera su artista
favorito. Independientemente de la razón de su concentración en una
plaza pública, la reacción de la gente fue justamente esto por lo
que el dia de hoy lucha por erradicar: violencia. Les dijeron cosas
feas, les aventaron basura, las discriminaron, se escribieron
artículos insultando su capacidad cognitiva y su sentido de ver la
vida, pasando todo esto encima de sus derechos como niñas, menores
de edad, y también como mujeres. Violencia por todos lados. Nadie
las golpeó físicamente, pero sí golpearon su autoestima, sus
sueños infantiles, su derecho a pronunciarse públicamente al igual
que lo harían el resto de ciudadanos. De seguro muchos de los que
les dijeron cosas feas capaz que hasta andan hablando hoy de la
efeméride, aplaudiendo y todo, sin darse cuenta que ellos mismos
formaron parte de esa cadena interminable de gente que abusa de los
demás, muchas veces y en este caso, simplemente por ser mujeres.
También me indigna cómo los medios de
comunicación siguen haciendo héroes de villanos, dándole
relevancia en el quehacer nacional a gente que se sabe públicamente
que es perpetradora de actos de violencia contra la mujer. No sé
tampoco cómo andan por ahí tan tranquilos, habiendo denuncias en su
contra. ¿Será porque son “famosos”, “figuras públicas” o
“gente bien”? Quien sabe, pero me parece una doble moral
estrepitosa que una radio entreviste a uno de estos tipos con
frecuencia y lo alabe con oh gran figura del país y al dia siguiente
entrevista a la Procuradora General de la República y oh sí
apoyamos su causa por defender a las mujeres. Pero claro, somos un
país donde homenajeamos autores intelectuales y materiales de
masacres contra campesinos y viles atentados contra intelectuales y
religiosos.
Y esa es nuestra visión occidental del
asunto. No tengo información de primera mano, porque nunca he estado
ahí, pero quienes lo han visto cuentan que el otro lado del mundo es
menos alentador en esto de ser mujer.
Terminando, hace dos semanas también
se fue de este mundo una gran mujer, asesinada, según dicen por
dedicatoria de su ex esposo. El mismo dia leo una noticia de una
señora, vendedora de tortillas, a quien su ex pareja la persiguió
por todo el mercado acuchillándola hasta la muerte. ¿Amamos para
que nos maten?
Cambiemos eso. Somos mujeres. Tenemos
madre. Tenemos hijas.
Cambien eso. Ustedes son hombres.
Tienen una madre. Tienen hijas. Tienen dos manos que pueden servir
para maltratar o para contribuir a rescatar este mundo deshumanizado.
Elijan.
Ya basta.
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