Ni al año le alcanza el tiempo, todo va atrasado.
En mi infancia los vientos de octubre y los cielos azules eran en octubre.
Vino un señor Mitch y nos opacó el final de octubre y el principio de noviembre en 1999 y de ahí nada fue igual.
Cada año es más difícil tener los vientos, hay más lluvia donde no debe y menos donde se necesita, más calor...pero igual los centros comerciales siguen vendiendo suéters para usar en no sé, quizá cuando la gente va de viaje a Alaska.
En todo caso, esta es la época del año para mirar, hacia adelante, hacia arriba, incluso hacia abajo para observar el reguero de hojas secas de colores.
Amo las caricaturas lindas y una de mis poses favoritas es esa, cuando el protagonista está viendo, no a nosotros, sino hacia allá, más lejos, a un horizonte que debemos alcanzar. Dan ganas de sentarse con ellos a mirar también.
Aquí les dejo tres de esas que valen la pena...
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