- Qué pasó, por qué no las querés?
- Porque yo no juego con esas cosas
- Ah, sí? Y con qué jugas pues?
- Con muñecas o con dinosaurios
- ah, está bien, no hay problema.
Le comenté a mi mami, que es educadora de pre-escolares y de maestros, y con toda su indignación me dijo:
Si eso les digo yo a mis alumnos (de La Licenciatura en Educación), que los papás de hoy tienen la culpa de que se estén perdiendo los juegos tradicionales, porque ya no se los enseñan a los niños, sólo videojuegos y televisión. Las chintas (jacks, pues!!!- jamás les voy a decir así vaya -) ayudan a desarrollar la motricidad fina, la coordinación ojo-manos, enseñan a contar, enseñan los colores, desarrollan las sumas y restas, socializa...
Y tiene razón...yo he intentado enseñarle al peque (claro, sólo un par de veces, no es que todos los días) y le cuesta agarrar el “chirolón” (pelota) con una sola mano...yo me acuerdo que a los 6 años que estaba en primer grado hasta competencias hacíamos con mis compañeras. Todavía me puedo ver en la sala de mi casa, con mi mami sentadas en el suelo, jugando todas las variedades posibles: liso, con una mano, lluvia, casita, puente... y el mayor logro fue cuando al final de los años le pude ganar =).
Por si usted no las conoce, he aquí una foto:
En la página de CONCULTURA encontré una definición para los que no se ubiquen de qué juego se trata. Está bastante graciosa, como explicar por escrito como hacer un bostezo o un guiño de ojo...la verdad así contado suena aburrido, pero doy fe de que es un juego divertido, entretenido y un reto para vencerse a sí mismo en lo que a destrezas se refiere. La encuentran en la sección de “juguetes” y seleccionan Yacks (no me pregunten por qué está con Y).
Las hay de plástico, de baquelita y de hierro (bueno, metálicas), con pelotas de caucho, de hule y de algo como espuma. Para mí las mejores eran las de hierro, por el sonidito al caer al piso.
Todavía me acuerdo que uno de mis grandes tesoros de infancia fue cuando a los 10 años me hicieron una piñata y sobraron muuuuuchas bolsitas, que evidentemente me quedaron a mí...eran como 200 y me encantaba lanzarlas todas y sentirlas con las manos...como un masaje relajante.
Y usted, lo jugó alguna vez?
PD: confieso que ahí, en algún lugar de mi casa de infancia, deben estar y tengo la ilusión de volverlas a ver...si mi santa madre no las ha “refundido” en algún sitio inalcanzable.
4 comentarios:
Hola!, pues... yo no jugué jacks, pero me daba una rabia, cuando pateaba una de esas y.... me puiaba los pies.... jejejeje
Yo jugaba trompo, capirucho, piscucha, chibola, etc. pero jacks, never!
Carlos: hasta aquí sentí cuando dijiste "pateaba una de esas"...da una cólera que no te imaginas, pues evidentemente las de plástico quedan inservibles y se te "desajustan" las parejas.
Debiste aprender...a lo mejor estás a tiempo, te haremos un examen de aptitud a ver si desarrollaste todos los elementos de motricidad requeridos =)
Es que las nuevas generaciones están más adelantadas, ahora con los cambios en los planes de estudio, hay niñ@s que el bachillerato lo terminan a los 16 años y listos para ir a la U. Yo tenía sobrinas casi de mi misma edad y más de alguna vez me puse a tratar de jugar y ganarles, pero neles, mejor jugaba futbol, chibolas, etc.; creo que Carlos dice que nunca jugó jacks por ser de niñas; yo puedo lavar, planchar, cocinar (bueno, me defiendo no soy chef) y no soy del otro bando....
Eduardo: mmm, yo creería que los "varones" que no pueden jugar es porque de chiquitos nadie les enseñó. Bravo por vos, que podés hacer de todo...es que en USA no hay para dónde ja ja ja ja.
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