La ortografía es una gran cosa. Habla
bien de la gente que la usa correctamente y da mala impresión en
aquellos que la desconocen.
Hace poco me llegó un
mensaje de la persona que me ayuda con la planchada, que decía: “oy
no boy a yegar”. No le eché mucha culpa porque creo que no ha
pasado por muchos años de escolaridad, sin embargo está haciendo lo
suyo en esta vida, sus hijos estudian y uno ya va por bachillerato.
Lo que desentona
totalmente es leer a profesionales, que han pasado por la
Universidad, con una ortografía y redacción deplorables.
Esta cultura de los
mensajes de texto contribuye, la gente se hace haragana, cambia
letras para escribir menos, no ponen tildes con la excusa de que no
saben cómo hacerlo en el teléfono.
Una gran discusión está
alrededor de la palabra “que”. De chiquita me enseñaron que se
podía abreviar, poniendo un apóstrofe así q'. ¿Y qué hace la
gente? Pone “ke”. Grrrrrrrr.
Si hicieran tareas de
primaria se dieran cuena cómo cuesta encontrara figuras para
ilustrar el uso de la k, porque no hay muchas palabras en nuestro
idioma que la lleven. Así que, no se escribe: ke, aki, kasi, koko,
kasa, ni nada de eso. Doble grrrr.
La h...ah pobre h, como
es muda, todos la ignoran. El famoso “haiga” que se dice “haya”.
El verbo haber tan malentendido.
Pero no hay nada peor que
ver los errores ortográficos en escritos oficiales, en publicidad,
en correos laborales, en páginas web o redes sociales en cuentas de
los que contratan exclusivamente para escribir ahí. Si tu trabajo es
barrer, barre bien.
En FB digamos que tengo
más tolerancia, porque buena parte de la gente son hermanos lejanos
que se fueron a USA sin haber terminado la escolaridad aquí, medio
aprendieron el inglés hablado y olvidaron el español escrito:
escriben como recuerdan la pronunciación.
A usted que es entendido,
no hace falta decirle que existen aun los diccionarios en papel, que
por cierto los niños de hoy no saben usar, y por supuesto la
estimada RAE en línea.
Les dejo un par de
ejemplos.
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