jueves, 5 de septiembre de 2013

El Salvador, el país con libertad de difamación...esta vez al revés.

Me vas a disculpar Transparencia Activa, pero esta vez, como dicen las abuelitas, levantaste la que no era.

En general abro el boletín, veo los encabezados y allá de vez en cuando hay alguno que me llama a leer más allá del resumen que llega por correo. Tengo mis dudas de la preparación académica y del profesionalismo de quienes escriben esas notas, que nunca veo firmadas por nadie.
Esta vez mi indignación por una nota me llevó a dar click en el “Quienes somos” y aparece esto:

Transparencia Activa es un medio orientado a ampliar el acceso a la información y la rendición de cuentas del Gobierno de El Salvador. Su producción es realizada por las Oficinas de Comunicaciones de las dependencias del Gobierno de El Salvador, y su responsabilidad editorial corresponde a la Subsecretaría de Trasparencia y Anticorrupción (SSTA), de la Secretaría para Asuntos Estratégicos de la Presidencia de la República; de manera coordinada con la Secretaría de Comunicaciones.

Un medio estatal, dependencia de la SSTA, que valiéndose de su seriedad pretende fomentar un mejor ejercicio del periodismo, promover una práctica más acuciosa del oficio y en general elevar los estándares de las publicaciones noticiosas de El Salvador. La credibilidad es su materia prima indispensable, bajo el entendido que esta no se compra o inventa, se cultiva. Y solo se puede cultivar combinando precisión, honestidad, respaldo documental y constancia.

Según esa misma sección, el consejo editorial está formado por Funcionarios. Morí al ver el nombre de Gerson Martínez, más adelante diré por qué.

También dice que la redacción la hacen periodistas...periodistas que en una nota anterior pusieron “demen” y otras cositas así. Quedemos en que un dedo se le va a cualquiera. Beneficio de la duda que le mientan. (Aunque lo azul lo copié y pegué tal cual de la página web y puede ver que dice "trasparencia" ¿no será "transparencia"? no sé, yo solo digo, no soy periodista, nomás estudié a conciencia la primaria)

Hace un par de dias llegó el boletín con este encabezado: La estafa de casi $4 millones al Estado que se paga con servicio comunitario. Si quiere ir al original, vea aquí

En el se notaba la indignación porque habían condenado a servicio comunitario como medida sustitutiva a 2 años de cárcel a dos ingenieros y un abogado que trabajaban en la supervisión del Proyecto de Rhessa por el lado privado. Y lo comparaban con la -ahí sí estoy de acuerdo – indignante condena a 5 años de cárcel para un maitrito que se robó una vaca.

La gente que comentó se deshizo en insultos, especialmente para los condenados y para el sistema Judicial.

Un comentario decía: “Y los bines personas no pudieron ser embargados...”
Y como siempre, mis felicitaciones a Transparencia Activa; que nos informa con la veracidad y puntualidad, desde que inició su trabajo”

Le cuento lo que pienso yo.

Para mí, como profesional de la Ingeniería y la Arquitectura que ha participado y visto de cerca y de lejitos proyectos de construcción, tanto con clientes privados como en el Estado y proyectos de asistencia humanitaria con donantes extranjeros, lo indignante no es la sustitución de la pena, lo que me hierve la sangre es que hayan condenado a los ingenieros.

 ¿Me van a decir que ustedes creen realmente que esas dos personas tienen los $4 millones? Por eso me desilusionó cuando vi que el Ministro de Obras Públicas está en el Consejo Editorial, que al menos yo creo, debe aprobar las notas antes de publicarlas, sino, no entiendo cuál sería la función del tal Consejo. Él más que nadie debería saber cómo es la industria de la construcción y el papel que juegan los “gatos” como nosotros en ella. 

No, uno no firma y se queda con los beneficios. Uno firma porque es su trabajo y el rédito, lícito o no, le va al dueño de la empresa. Al Supervisor no le toca más que su salario mensual, muchas veces sin prestaciones (ISSS, AFP, vacaciones, aguinaldo) porque los contratan por “servicios profesionales”. Jornadas de trabajo extenuantes, lejos de la familia, sin pago de horas extra, fines de semana porque “hay que salir a tiempo” con los plazos siempre irreales que ponen los propietarios.

Por otro lado, las presiones “desde arriba”. No sería la primera ni la última vez que a alguien le digan “firmá el documento así como está” y esa persona lo haga, ya sea por ignorancia, por inocencia, porque “siempre lo han hecho así y nunca ha pasado nada”, porque no tiene otra fuente de ingresos para su familia y la orden es firmá o te vas. No, no siempre hay mala fe de por medio.

Yo sé que uno no puede meter las manos al fuego por nadie, que el ser humano es impredecible y que puede hacer cosas impensables. Pero yo quisiera que, si los medios de comunicación no tuvieron ese tacto, al menos los de Transparencia Activa hubieran hecho más investigación y nos mostraran las pruebas de su indiganción y el soporte de su encabezado llamativo y vendedor. ¿Dónde están los $4 millones? ¿De verdad los tienen estas personas? No, usted y yo sabemos que no los tienen ellos. Y por eso es tan fuera de lugar el comentario que cité, en el que se indignan por qué no les embargaron los bienes...es tan simple como que los tales bienes no existen, porque -bueno, del Abogado no puedo hablar porque ni idea de quien es – si fueran a ver el estilo de vida de estas personas se darían cuenta que no han cambiado radicalmente a partir de este “desfalco” al Estado. Y eso es porque muy probablemente no fueron ellos los beneficiados.

Pero no, aquí es más fácil que convenientemente en periodo electoral se descargue al que fue Ministro en el tiempo que quien lo puso en el puesto se quiere reenganchar en la Presidencia. Usted y yo sabemos que si una empresa fuerte quiere hacer un trance económico no lo va a pactar con los gatos, se va a ir arriba, donde está el poder de decisión y de donde pueden emanar las órdenes.

Solo puedo decir que el que el Estado sea dueño de un canal para publicitar sus hazañas y quejarse de los males de otros no le da el derecho del desprestigio intencionado. ¿Y las familias de estos ingenieros? ¿Qué se sentirá ser niño, googlear el nombre de tu papá y que te lleve a esas noticias? Noticia en la que ponen a tu papá como el culpable, donde no mencionan que ellos solo firmaron y que no les han podido comprobar que ellos tengan el dinero, donde no dicen que los enjuiciaron porque fueron los que no huyeron (ya ni me acuerdo en qué país anda el dueño de la empresa), que salieron condenados porque a una Jueza (que no sabe de Ingeniería) y aun Fiscal (supongo yo que ellos acusan) les salió oportuno tenerlos a mano para que el crimen no quedara “impune”. Pero ¿y los verdaderos culpables? Ni los mencionan en la nota. Es como que no existieran. Hasta allá al final en un comentario responden que en una nota anterior dijeron que no los han enjuiciado.

Van a disculpar que no crea en el sistema, pero es que no es la primera vez que sé de personas condenadas por delitos de otros.


¿Qué me ha enseñado esta situación? Que mi profesión es peligrosa, que mi firma no vale nada para las cosas buenas, pero que puede ser usada en mi contra en un caso así; que me lo tengo que pensar dos veces antes de aceptar un trabajo en una empresa “grande”, porque aunque sea honesta, muy probablemente si se trata de tapar a alguien con poder, la inocencia no valdrá de nada.

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