jueves, 11 de enero de 2018

En campaña...otra vez

Se nos vino encima la campaña para las elecciones legislativas de 2018. 

Las radios se llenan de candidatos diciendo, básicamente, nada.

Las calles se llenan de mupis, cartelitos, vallas, vallas gigantes.

En TV hay un anuncio político sí y otro también.

Es tiempo de hablar de política electoral.

Porque sí, siempre dicen que todo tiene que ver con Política, que el ser humano es un animal político, que la política no es mala. Lo que se deforma es la política partidaria y peor con fines electorales.

En la más reciente encuesta del Instituto de Universitario de Opinión Pública IUDOP de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, UCA, el no sabe/no responde es el virtual ganador.

Todos los partidos políticos salen mal evaluados. No hay para donde, no confiamos en nadie ya.

Yo no vengo a hacer proselitismo, no estoy afiliada a ningún partido político – aunque por estos tiempos quizá convendría para evitar salir “sorteado” en el cuidado de urnas – pero hay cosas que saltan a la vista.

Aquí tenemos dos grandes partidos: ARENA y el FMLN. Y varios partiditos: PCN, PDC, GANA. No sé si revivió o no el CD. No sé si han nacido partidos nuevos. Si lo han hecho, han hecho muy mala publicidad porque si yo no me he enterado es que no han hecho su mejor esfuerzo. Dicen que solo UNO de los que querían inscribirse como independientes pudo hacerlo. Malo o bueno, habría que apoyarlo, que saque aunque sea medalla al mérito.

Entonces, en medio de esta polarización bipartidista, que si sos de izquierda o de derecha, a mí al menos me queda clara una visión de ambos: la derecha está fraccionada, dividida, sálvese quien pueda, cada quien por su lado. La izquierda, al menos en su cara pública hacia el exterior, está ordenada, unida, en línea, digamos.

¿cómo identifico eso? Bueno, la propaganda electoral es un buen ejemplo. Pase por las calles, vea a su alrededor. 

Los candidatos a diputado por ARENA han colocado mupis y vallas, a cual más grande, obviamente a cual más cara. Todas individuales, todas diferentes. Cada quien se hace su campaña como puede. El Chato Vargas quizá dejó reservada la que está subiendo del Cuscatlán, porque ahí mismo estuvo su cara hace 3 años. La niña Paty Valdiviezo también, quizá compró barato al final de Los Próceres, mismo lugar, misma vaya bayunca (en 2015 dije que parecía arcoiris, pero todo azul, fea, fea). Hay un José Andrés No 10 que tiene valla en el Constitución y Mupi en el redondel del árbol de la paz. No voy a la Escalón, va a disculpar si no le informo de esa zona.

¿Y el FMLN? Vallas compartidas, 3 caras en cada una, dos hombres a los costados, una mujer al centro, todos de traje negro, corbata roja, y la mujer vestida en rojo. Las combinaciones varían, lo que hace pensar que no, no se las pagó cada quien, las puso el partido. Que el dinero haya venido de los fondos comunes del partido o que cada uno de los candidatos haya dado una contribución para ponerlas, a saber, pero para el público ahí están, unidos. Los cartelitos pequeños que cuelgan de los postes siguen la misma línea, todos iguales. 

Entonces yo me pregunto, la derecha, que recontra aspira a volver al poder ¿cómo rayos va a poder con el ejecutivo, si no pueden ni hacer una campaña centralizada y ordenada? ¿cómo me aseguran que sus ministros y directores de autónomas no van a ser machos sin dueño que no le respondan al Presidente?

En la izquierda hay un ejemplo claro de un Viceministro que es de todos conocido que se sale del huacal, que contradice hasta al Vicepresidente, y eso ha sido una piedra en el zapato para la administración. Imagínese qué pasaría con esta derecha que no puede ni votar en bloque en la Asamblea, cuando a cada Ministro se le ocurra jalar por su lado y sobresalir por su cuenta y al traste el plan de gobierno?.

Yo les tendría más miedo a ellos, ansiosos de poder y de sobresalir a título personal, que a los actuales, ordenaditos, bajo el plan, siguiendo la línea.

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