viernes, 23 de julio de 2021

Las canciones infieles: hombres y mujeres las viven distinto

En un post anterior les compartí la playlist que se generó del cuestionario que algunas personas nos ayudaron a completar

 

Ese fue solo el insumo inicial para la investigación de eta materia llamada "Estudios de recepción y audiencias". El tema que se buscaba investigar era el rol que adoptan hombres y mujeres ante el tema de la infidelidad reflejado en las letras de canciones latinas.

Como primer punto, pues, quitamos del análisis las canciones en inglés, porque la cultura anglosajona es otra cosa. Luego establecimos el marco teórico para el análisis tomando autores que han desarrollado conceptos aplicables al tema. Uno de los principales es Jesús Martín Barbero, quien nos dejó el 13 de junio recién pasado. 

Jesús Martín Barbero acuña el término mediación para definir “el lugar desde donde se produce el sentido en la comunicación, eso que “media” entre matrices culturales, formatos industriales, lógicas de producción y competencias de recepción o consumo” (Diz Garcés & Saladrigas Medina, 2012). La música, vista desde la óptica de Barbero, es una mediación que representa lo masivo y puede analizarse desde la cotidianeidad de lo popular. Rincón & Forero (2008) se refieren a la música como una forma de comunicación sonora en la que se construye una narrativa que expresa sentimientos y emociones que nos hacen humanos. La música cuenta historias y genera experiencia corporal en la producción y en el disfrute; enseña a componer mensajes, habita el ritmo, traduce texturas de sentimientos y crea ambientes existenciales (Rincón & Forero, 2008).

Luego aplicamos el método de la etnografía digital. El año pasado había aprendido la etnografía "presencial" que se trata de observar el comportamiento de las personas en un determinado entorno. No había considerado que se pudiera hacer de manera digital, pero si lo pensamos, las redes sociales se comportan más o menos como sitios donde las personas pasan, divagan, conversan, se pelean, tanto mediante la palabra escrita como con imágenes y sonidos.

La etnografía digital es una técnica que consiste en observar a las comunidades virtuales en sus reacciones a un tema específico. El análisis etnográfico desarrollado en este proyecto se apoya en el concepto de Stuart Hall, quien considera que la comunicación no es un proceso lineal, ya que el público transforma el producto al convertirlo en práctica social. Recalca la importancia del contexto: “un mismo individuo puede decodificar el mensaje de diferente manera dependiendo de la situación particular en la que atañe o no a sus intereses personales” (Hall, 1980)

La investigación utilizó los conceptos anteriores, de manera que retoma la técnica de la etnografía digital y la música como mediación y como forma de construcción de narrativas para abordar cómo se viven los roles de género respecto al tema de la infidelidad a través del consumo musical y las reacciones en la comunidad virtual de Youtube. La hipótesis que guía la investigación es que hombres y mujeres tienen una vivencia diferenciada con respecto al tema de la infidelidad y esta diferencia es producto de la construcción de las masculinidades en la cultura latinoamericana.

¿Existe una diferencia en la forma en que hombres y mujeres interactúan en Youtube al comentar canciones relativas a la infidelidad? ¿Son diferentes las preferencias musicales de hombres y de mujeres al seleccionar una canción que les remita al tema de la infidelidad? ¿Los patrones propios del machismo están presentes en las interacciones de la comunidad virtual estudiada?

El tema cobra importancia por diversos fenómenos culturales identificados de manera empírica: la creciente influencia del movimiento feminista en las producciones musicales; el auge del reguetón, género musical que es ampliamente discutido en la sociedad actual y sobre el cual se tienen posturas encontradas entre las personas que afirman que las letras degradan a la mujer y quienes consideran que estas líricas constituyen una reivindicación de la mujer sobre la posición que históricamente ha ocupado en las relaciones de pareja; y las canciones de otros géneros, que a simple vista podrían considerarse inocuas, pero que están plagadas de letras que son el reflejo de las masculinidades latinoamericanas.

De acuerdo con Hernández Garcia & Pérez Gallo (2007) La infidelidad ha constituido una práctica cotidiana y hay perspectivas básicas que han contribuido a legitimar la infidelidad masculina y a estigmatizar la femenina. De parte de las mujeres emerge como una reacción a la opresión sexual y en la dinámica moral de la sociedad patriarcal se considera un “derecho” para los hombres. Esta visión es reproducida y perpetuada en el imaginario social a través de diversos medios, incluida la música. “La identidad de género postula la preeminencia de lo masculino y discrimina por ello, según Butler, a la mujer, al determinarla como simbólicamente subordinada a la sexualidad y posición de poder del hombre” (Zapata Galindo, 2001).

La participación fue del 71% de mujeres y el 29% de hombres. Las 17 producciones latinoamericanas provienen en su mayoría de México, seguidas de Colombia, Puerto Rico, Chile y Argentina. Se recuperó la letra y capturas de comentarios en Youtube relevantes al tema; se llevó un diario de observación en el que se consignaron las apreciaciones sobre las letras y comentarios analizados.

El concepto de codificación – decodificación – recodificación de Hall está presente en la muestra de canciones, ya que algunas letras no se refieren realmente a una infidelidad, pero los usuarios las han asociado con ese sentimiento. Aunque se trate de producciones de hace 20 o 30 años siguen vigentes y las nuevas generaciones las viven con su actualidad. La forma de expresión tipo meme es frecuente.

Los estereotipos de género se evidencian en los comentarios y se puede concluir que sí existe una diferencia en la forma cómo hombres y mujeres interactúan en YouTube al comentar en canciones relacionadas a la infidelidad.

Las mujeres expresan más fácilmente sentimientos, aprecio, solidaridad, compasión y empatía; se sienten identificadas con la letra de las canciones, hablan de cómo admiran a la intérprete de la canción, retoman partes de la letra y las comentan, alientan a salir adelante a otras mujeres que han pasado por alguna infidelidad. Las mujeres comentan de la misma forma, ya sea que la canción sea interpretada por un hombre o una mujer, aunque la muestra arrojó que las mujeres seleccionaron en su mayoría canciones interpretadas por mujeres. En sus comentarios, las mujeres muchas veces reconocen los errores que cometieron en la relación y son autocríticas.

Los hombres expresan rencor, revancha, soledad, asociación con la bebida y con padres ausentes. Se evidencia una clara diferencia de comentarios cuando la intérprete es mujer y cuando es hombre. La mayoría de comentarios de hombres se centran en la belleza de la cantante, en cómo quisieran volviera a algún estilo de cabello, ropa o de cuerpo que tenían hace muchos años, comentarios que reflejan el machismo arraigado. Muy pocos hombres comentan que se sienten identificados con canciones cantadas por mujeres, sin embargo, sí lo hacen en canciones interpretadas por hombres, expresan cómo se sienten identificados con la letra o el sentimiento de la canción. Muchos expresan cuánto admiran al cantante y cómo de cómo “perdieron” a alguien, que ese alguien regrese, sin buscar qué hicieron mal ellos mismos.

Las batallas campales entre géneros se dan cuando se toca el tema del feminismo. Queda claro que los patrones del machismo se evidencian en las interacciones de la comunidad virtual. Las masculinidades también están presentes en las letras de las canciones. Las letras construyen un discurso y, tal como lo acotan Rincón & Forero (2008), la música activa memorias sensibles y canaliza múltiples afectos y estados de ánimo, entre los que se incluyen el amor, la infidelidad y el despecho. En la muestra estudiada se observa una diferencia en el tratamiento del tema de la infidelidad dependiendo si las letras han sido escritas por hombres o por mujeres.

Del total de letras observadas, el 70% fueron escritas por hombres, el 23% por una combinación de hombre y mujer y solo el 7% por una mujer en solitario. Las mujeres no participaron en la composición de temas interpretados por hombres, sin embargo, los hombres compusieron todas las canciones interpretadas por hombres y la mayoría de las interpretadas por mujeres, ya sea solos o en dueto con la intérprete de la canción. Incluso artistas que son reconocidas por ser compositoras, como Mon Laferte, Shakira o Ximena Sariñana, comparten los créditos de sus letras con un hombre.

La revisión de las letras mostró que en las canciones escritas por hombres el discurso está dominado por el machismo e incluso por la violencia. Ya sea en tono romántico o de despecho, la narrativa pone sobre la mujer la culpabilidad por los sentimientos que el hombre experimenta. En el tema “La ingrata” de Café Tacvba, la letra enfatiza en el sufrimiento del hombre, menosprecia los sentimientos de la mujer y hace alusiones que hoy son interpretadas como misóginas e incluso feminicidas: “Tú desprecias mis palabras y mis besos / pues si quiero hacerte daño / solo falta que yo quiera lastimarte y humillarte”

El estudio elaborado por Poncela (2005) revela que en las canciones románticas o de desamor existen “mensajes de hombres”. El sufrimiento, la añoranza y el dolor son recurrentes en las letras, el hombre amante sufre lejos de la mujer amada. Ella es objeto pasivo del afecto activo de él. El llanto y la desesperación del hombre ante la infamia de una mujer, que va de una gama entre la no correspondencia o simple desprecio hasta la infidelidad, traición y abandono, es constante en este tipo de melodía (Poncela, 2005).

Esta situación se encontró en “Botella tras botella”, de Gera MX y Christian Nodal, en la que el sufrimiento causado por la ausencia de la amada se mitiga con alcohol: “Botella tras botella ando tomando pa' olvidarme de ella / de ella, de ella nomás hablo en todas mis pedas / a mis compas bien hartos traigo ya / me dicen: "Güey, ya la tienes que superar" / Pero yo no puedo / Pa' ser sinceros, yo ni quiero / mejor su recuerdo me lo bebo / los tragos me saben mejor así”

En el discurso de estas canciones el hombre busca provocar sentimientos de gran pena y de profunda culpa en la mujer. Se presenta a un hombre traicionado, herido por el desamor o la infidelidad femenina. El hombre es bueno y sentimental, la mujer es malvada. Por las músicas desfilan sensibilidades difusas, ambiguas, flexibles que son libres en cuanto son capaces de expresar todo lo indecible y porque tienen que ver con el goce, la expresión, los amigos, el ocio, la libertad y el estar bien (Rincón & Forero, 2008).

La letra de “Un Peso” de J Balvin y Bad Bunny pone la culpa sobre la mujer, presenta a un hombre benevolente que perdona y, herido, desprecia: “¿Pa' qué me vas a amar si ya te dije adiós? / Si ya me despedí de ti, no quiero saber más de tus besos / ¿Pa' qué me vas a amar? Ya te di tu perdón / El rencor nunca ha estado en mí / Ahora lo que hagas me vale un peso / ¿Pa' que me vas a amar?”.

En el análisis de Rincón & Forero (2008) la música es un elemento para celebrar la vida, genera rituales, seducciones y deseos con visión de colectivo. En el análisis de las letras se encontró que los hombres, por lo general, no componen solos. La mayor parte de las letras están compuestas por dos, tres, cinco, seis y hasta quince hombres para una sola canción. Parte de la cultura del macho se fundamenta en la fuerza, que se ejerce mejor en colectivo, así, el hombre ofendido busca pelea apoyado por su grupo de amigos.

Manuel Eduardo Toscano y Federico Méndez componen en solitario, pero representan en sus letras aspectos colectivos de la cultura machista. Méndez compuso “Por tu maldito amor” del género ranchero: “Con saña me lograste enloquecer / y yo caí en tu trampa ilusionado / de pronto todo aquello se acabó / faltaste a la promesa de adorarnos”. Nuevamente, la mujer es la que comete el error, el hombre resulta víctima. Toscano tiene en su haber una de las composiciones más polémicas de la lista analizada: “Rata de dos patas” interpretada por Paquita la del barrio. En los comentarios de Youtube de esta canción, los hombres que comentan acusan a las mujeres de odiar a los hombres y las ponen al mismo nivel del machismo.

Barrera Bassols & Contreras Medina (2018) realizaron un estudio en el que analizan las reivindicaciones femeninas, la dominación masculina y la violencia simbólica en las canciones de Paquita la del Barrio. En su opinión, “Rata de dos patas” contiene un discurso de odio, en una actitud que llega a ser calificada de misandria, que se expresa en insultos directos al varón. Las autoras señalan las airadas reacciones que tuvo la canción por parte del público masculino, quienes la califican de utilizar un discurso “misándrico”, definido como expresión de un sentimiento de aversión o menosprecio a los hombres. El hecho curioso en esta situación es que la letra corresponde a un hombre: Manuel Eduardo Toscano.

La industria musical está dominada por hombres y esto tiene un efecto que los consumidores no notan a simple vista cuando la intérprete es una mujer, pues la letra escrita por un hombre no es la visión femenina, sino la interpretación masculina de cómo la mujer “debería” reaccionar ante la infidelidad, o ¿por qué no? la forma en que él mismo como hombre reaccionaría. Un ejemplo de esta posición se encuentra en “Mío” interpretada por Paulina Rubio, pero compuesta por José Ramón Florez y César Valle. La narrativa de la canción incluye la alusión a la pertenencia de la persona, a los celos, características propias del hombre machista: “No como, no duermo, no vivo pensando en su amor / siempre creí que los celos eran un cuento / y son el infierno que arde sin control”

Las canciones escritas por mujeres en solitario o con participación de mujeres en la composición de la letra presentan un estilo diferente. El discurso no pone la culpa en la otra persona de la relación, sino que se centra en los sentimientos que la mujer experimenta. Un ejemplo es la canción “La de la mala suerte” de Jesse & Joy: “Quiero ya no amarte y enterrar este dolor / Quiero que mi corazón te olvide / Quiero ser como tú, quiero ser yo la fuerte / Solo te he pedido a cambio tu sinceridad / Quiero que el amor al fin conteste / ¿Por qué siempre soy yo la de la mala suerte?”

El mensaje es que el hombre es un bonachón, enamoradizo y sentimental que anhela, admira y adora a la mujer, que a su vez es mala, lo desdeña, menosprecia y traiciona, coincidiendo con lo expresado por Zapata (2001) cuando dice que en la construcción de masculinidades a las mujeres se les niega identidad propia y se les utiliza para reflejar la identidad masculina, para diferenciar y vincular los diferentes grupos de hombres, asegurando así la estructura patrilineal, y por fin para introducir el intercambio simbólico entre hombres.


Aquí les dejo las referencias bibliográficas citadas en el texto

Referencias

Barrera Bassols, D., & Contreras Medina, S. G. (2018). Reivindicaciones femeninas, dominación masculina y violencia simbólica en las canciones de Paquita la del Barrio. La ventana. Revista de estudios de género, 6(48), 294-326. Disponible en http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-94362018000200294

Diz Garcés, E., & Saladrigas Medina, H. (2012). La categoría mediaciones en los análisis de las lógicas de producción periodísticas en la web. Mediaciones Sociales (Madrid, España), (9) doi:10.5209/rev_MESO.2011.n9.38010

Hall, S. (1980). Codificar y decodificar. Cultura, Media Y Lenguaje, , 129-139. Retrieved https://perio.unlp.edu.ar/catedras/comunicacionyrecepcion/wp-content/uploads/sites/135/2020/05/hall._codificar-decodificar.pdf

Hernández García, Yuliuva, & Pérez Gallo, Victor Hugo (2007) Un análisis feminista de la infidelidad conyugal. Nómadas. Critical Journal of Social and Juridical Sciences, 16(2), .[fecha de Consulta 30 de mayo de 2021]. ISSN: 1578-6730. Disponible en:   https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=18153299008

Poncela, A. M. F. (2005). Amor idealizado, llanto y traición en la canción romántica. Boletín americanista, (55), 101-122. Disponible en https://revistes.ub.edu/index.php/BoletinAmericanista/article/viewFile/13076/16357

Rincón, O., & Forero, C. (2008). De visualidades sonoras mediáticas:¡ Nunca habíamos sido tan sonoros como cuando somos digitales! Signo Y Pensamiento, 27(52), 206-216.

Sancho, M. (2016, 12 mayo). Al fin revelan quién es la «Rata de dos patas» de Paquita la del Barrio. Mamás Latinas. https://mamaslatinas.com/news-entertainment/142084-al_fin_revelan_quien_es

Sociedad de Autores y Compositores de México. (s. f.). Nuestros socios y su obra: Manuel Eduardo Toscano. SACM Sociedad de Autores y Compositores de México. Recuperado 7 de julio de 2021, de https://www.sacm.org.mx/Informa/Biografia/19772

Zapata Galindo, M. (2001). Más allá del machismo. la construcción de masculinidades. El Salvador: Ediciones Böll.






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