Diciembre siempre había sido un mes feliz, alegre, emocionante, divertido.
Cuando niña, lo dedicaba principalmente a elaborar las tarjetas de navidad, que enviaba y recibía por docenas. Ahora, esa costumbre ha desaparecido, quizá por falta de tiempo, pero también porque a la mayoría de la gente le sale más fácil mandar un email masivo diciendo “Feliz Navidad”...y ahí murieron las tarjetas.
También significaba vacaciones, viento y frío. Ahora por el cambio climático hace un calor sofocante y los suéter son cosa del recuerdo.
Para mí, tenía especial significado por mi cumpleaños. Esperaba con ansias la llamada de un par de personas que nunca faltaban y la visita de otras tantas – a las que yo invitaba a mi casa a partir el pastel – con las que disfrutaba muy buenos momentos. En los últimos años mi cumpleaños se ha convertido en fuente de discusión, molestia, enojo y reclamo...al menos por uno de los lados que componen el polígono de mi vida. Por el otro siempre celebramos, siempre hay pastel y muy buenos deseos, aunque las llamadas de aquellas personas hayan desaparecido...ya no sé realmente si todavía me recuerdan en esa fecha.
No me quejo, mi familia me quiere e intentan hacerme sentir bien y se los agradezco, son realmente personas muy especiales y apreciamos grandemente las reuniones familiares. Los dos últimos años nos hemos reunido todos para mi cumpleaños y ha sido muy agradable.
Diciembre también era el mes del arbolito. El primero lo poníamos sin falta, entre los 4 (mamá, papá y hermano) y ya, quedaba inaugurada la época navideña en la casa. Desde que me toca ponerlo a mí en mi propia casa, cada año lo pongo más tarde, a veces por tiempo, a veces porque no hay espacio...a veces a saber por qué.
Este año algo anda mal. Lo más fácil es echarle la culpa a la crisis económica y a lo mejor tenga mucho que ver. Con medio salario digamos que no me emociona mucho que me lleguen volantes de centros comerciales anunciando tal o cual oferta...total para qué si no hay con qué.
Pero hoy es primero de diciembre y en mi casa no amaneció arbolito. Después de 23 días aun estoy enferma y para ponerlo tengo que desempolvar y pues me da miedo recaer, pensaba esperar hasta recuperarme por completo.
Y por alguna razón, el tal cumpleaños no me llama, y la navidad no me emociona, y tendré tiempo libre pero no salto de alegría...y diciembre parece no haberme llegado.
Le voy a dar una sacudida al calendario, a lo mejor diciembre revive y se viste de rojo y dorado, en lugar del gris plomo que tiene ahorita.
PD: gorda, sé que lo vas a leer, pero no te vayas a preocupar...ya se me va a pasar =)
7 comentarios:
Ay Clau
Tranquila, creo que a esta altura del año estamos todos en etapa stand.by o mas bien etapa bajón.
Lo que pasa que cuando estás enferma ves todo mucho peor, a mi me pasó en Julio-Agosto y casi Septiembre, estudios de todo tipo y veia todo negro.Por suerte me encontraron que lo mio era stress, nada grave, y eso me produjo otros problemas pero bueno, a lo que iba es que cuando no estás bien, ves todo el doble de mal.
Y en tu caso y en el de muchos, me incluyo, llega esta fecha y empezamos a replantearnos cosas, y en verdad, no me siento bien para estas Navidades que vienen.No tengo espíritu navideño porque hay bardos en mi familia, y bue...la cosa es que espero que esto pase pronto, asi como a vos tambien.
Dale, te mando ánimos :)
besote
Es muy normal Clau, que a veces nos sintamos así, es importante trabajar en la actitud pero es así de importante dejar el espacio para que esa tristeza se diluya y nos quedemos con una sonrisa.
Te abrazo,
Lo importante es la vida y que no siga temblando......
Por dios!
Pensé que ibas a terminar tu post con:
"Llega navidad, y yo, sin ti, en esta soledaaad..."
Menos mal que no fue así.
Moni: gracias por los ánimos, ojalá y el espíritu navideño nos llegue lo antes posible =)
Rocio: eso de guardárselo todo al final trae malas consecuencias, por eso hay que buscar un espacio para desahogarse y el mío es éste. Un abrazo para tí también.
Anónimo: reverendo bayunco, ya te voy a dar tu coshco. Y dejate de cosas, que vos andás en las mismas.
Ricardo:"...recuerdo el día en que te perdí", no para nada, no lo he perdido, ahí está.
No sé qué pasa que varios andamos por las mismas. Quizás el materialismo que ha contaminado esta época o no sé. Caminar ayuda de vez en cuando.
Saludos y que mejore ese ánimo.
Gero: gracias por pasar, creo que el tuyo y el mío son un duo de post novembrinos-dicembrinos.
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