viernes, 13 de enero de 2012

No pinta, no pega...¿Qué parte del "NO" no entiende?

El dia que se inauguró de forma “oficial” la campaña, mi municipio amaneció enguirnaldado de acera a acera. Me sentía como transitando en carroza en plena fiesta patronal, pero al menos contenta de que la propaganda eran papeles colgados de una pita, que cuando se acabe la virulencia electoral simplemente se corta la pita y ya, todo queda como antes.

Feliz estaba de ver a los otros, que en teoría teórica tienen más pisto, publicitarse en mupis, vallas de esas pagadas y banderines colgados de los postes. Porque igualmente, al finalizar la campaña, todo eso puede desaparecer en un pestañeo.

Desde hace 2 dias empezaron los pleitos, enfrentamientos, lesionados, daños materiales por la dichosa propaganda política. Ashh.

Usted que es asiduo lector sabe bien que yo no le echaba porras a Norman, pero ahora que el tipo es el Alcalde de la Capital del País, no importa si uno votó por él o no, no queda de otra que hacerle caso porque es “la autoridá”. En ese marco, le aplaudo la actitud que ha tomado de que “si 100 veces ensucian la ciudad, 100 veces lo vamos a quitar, para cumplir la ordenanza del 2000”.

Y es que ese es nuestro gran problema como país. Tenemos un millón doscientas diez mil leyes para todo, pero no cumplimos ninguna. Y claro, luego la gente viene y se queja y dice que debería haber una ley para tal o cual cosa. El punto es que las hay, lo que sucede es que al salvadoreño tipo le vale sorbete lo que la ley diga (y eso sin desprestigiar a los sorbetes, que tan ricos que son, más de chocolate).

No se vale, no es justo, ni para usted ni para mí, que cueste tanto en términos materiales y humanos mantener una ciudad medianamete ordenada y limpia, para que de la noche a la mañana la empapelen toda.

Hoy ví el Boulevard de Los Héroes lleno de papeles pegados en los postes, en paredes, hasta en las señales de tránsito. ¿Acaso creen que al MOP le regalan la señalización vial?. No señor, eso a lo que ud le puso un papel con una bandera partidaria estaba ahí para un propósito, las señales no se ponen por j...ejem, horario infantil, molestar.

Si no tienen la voluntad de cumplir un simple pedido de no manchar la ciudad, ¿podrán cumplir las promesas de campaña? Si no pueden controlar a sus simpatizantes para que no la rieguen en nombre de ellos, ¿podrán controlar la ciudad?. Esas son preguntas obligadas inmediatas.

Yo no sé qué parte de las pasadas elecciones no entendieron. Quienes le dieron vuelta al Ejecutivo no fueron los votos duros de los partidos. Esos siempre los han tenido y las cosas no habían cambiado en 20 años. Los que hicieron la diferencia fueron los votos de la gente libremente pensante, de los que no están atados a un partido, de los que pueden elegir de acuerdo a lo que ven y escuchan. Y, señores, justamente ese sector del electorado es el que está harto de tanta pinta y pega.

Así que si conquistar votos quieren, mejor aturdan a la población con entrevistas en todos los medios que se les ocurran, donde presenten sus propuestas y planes de trabajo, y ya entiendan de una vez que la población actual les canta en coro ¡NO PINTA, NO PEGA!.

4 comentarios:

iba pasando dijo...

Un consejo para cualquiera de los dos partidos mayoritarios:

-Eliminar toda pinta y pega de su partido.

-Equipar a los batallones de personas que regularmente pegaban y pintaban con camisas blancas, con rótulo: NO PINTA, NO PEGA y salir a ayudarle a don pelo de cepillo quijano a quitar toda la propaganda de todos los partidos.

Adolfo Napoleón dijo...

Este problema no es político sino cultural Claudia, le aseguro que en paises como Suiza, Finlandia o Singapur jamas va a ver nada así.

iba pasando dijo...

Ah Singapur, que bonito ejemplo un país convertido de una cloaca corrupta en un modelo de desarrollo mundial.

Clau dijo...

Iba Pasando: Muy de acuerdo con la sugerencia.

Adolfo: en este caso sería incultura, pero no, es cuestión de voluntad política. Salvadoreños hay en Suiza y ahi no lo hacen.
Si las cúpulas quisieran, no lo harían, pero no se han sentado a pensar qué segmento de población está definiendo elecciones.