lunes, 30 de mayo de 2016

Ay, El Atlético (Subtítulo: La Champions tan tararantan-tan tan)

Se acabó, ese torneo de emociones que empecé a ver a finales de 2014 nomás por convivir con el peque y que me atrapó al cien.
Y se acabó con drama. No le iba a ninguno, pero sí quizá al Atlético, por aquella tendencia a irle al pequeño, al que nunca ha ganado, al no favorito...uno es rebelde.

Eso y ¿cómo no se va a rendir uno ante semejante espíritu?


Estoy leyendo una de las biografías de Sabina y repetidamente habla del Atleti y de su amor por Madrid. La letra que les hizo para el centenario, los describe de principio a fin:

Aquí me pongo a contar 
motivos de un sentimiento 
que no se puede explicar. 
Y eso que no doy el tipo 
del hincha que rompe piernas 
por defender a su quipo. 

Para entender lo que pasa 
hay que haber llorado dentro 
del Calderón, que es mi casa. 

o del Metropolitano, 
donde lloraba mi abuelo 
con mi papá de la mano. 

Qué manera de aguantar, 
qué manera de crecer, 
qué manera de sentir, 
qué manera de soñar, 
qué manera de aprender, 
qué manera de sufrir, 
qué manera de palmar, 
qué manera de vencer, 
qué manera de vivir, 

Qué manera de subir y bajar de las nubes, 
¡qué viva mi Atleti de Madrid! 

Ufarte, Kiko, Juninho, Ratón, Ayala, Pantic, Heredia, 
Antic, Levinha, Adelardo, Toni, Simeone, 
Grifa, Pereira, 
Peiró, Calleja, Ovejero, 
tal y tal y un tal cabeza, 
Zapatones de Hortaleza, 
Ben Barek y Caminero, 
Paseo de los melancólicos, 
Manzanares cuánto te quiero. 

No me preguntes por qué 
los colores rojiblancos 
van con mi forma de ser. 

Ni merengues ni marrones,, 
a mí me gustan las rayas 
canallas de los colchones. 

Mira si soy colchonero 
que paso por Concha Espina 
como pasa un forastero. 

Como los indios okupas 
que acampan con sus banderas 
en la ribera del Pupas. 

Qué manera de aguantar, 
qué manera de crecer, 
qué manera de sentir, 
qué manera de soñar, 
qué manera de aprender, 
qué manera de sufrir, 
qué manera de palmar, 
qué manera de vencer, 
qué manera de morir, 

Qué manera de jugarse en el derby la pelvis, 
¡qué viva mi Atleti de Madrid! 

Solozábal, Súper López, Rivilla, 
Santi, Jayo, Aguilera, 
Vavá, Gárate, Mendoça, Futre, 
Collar, toma delantera! 
Despekan el juego sucio 
un par de huevos de Lucio, 
gambetas de Rubén Cano, 
dos tetas de gran hermano 
y un principito heredero 
corazoncito de colchonero. 

Por la Intercontinental 
pide la clase de tropa 
otra Recopa en el bar. 

Ni perdemos los papeles 
ni cambio por mi Neptuno 
tu pasarela Cibeles. 

Cumpliendo cien años andas 
y estás más joven que el niño 
que galopa por las bandas. 

Y la afición a tu lado 
porque es adicta al veneno 
del balón envenenado. 

Qué manera de aguantar, 
qué manera de crecer, 
qué manera de sentir, 
qué manera de soñar, 
qué manera de aprender, 
qué manera de sufrir, 
qué manera de palmar, 
qué manera de vencer, 
qué manera de vivir, 

Con dinero y sin dinero somos los primeros, 
¡qué viva mi Atleti de Madrid! 

Atlético de Aviación, que pasón, 
un siglo de horas de vuelo 
dos años en el retrete tras un doblete 
rozando el cielo, 
volando hasta la buhardilla, 
llorando por los rincones, 
bajando a la alcantarilla, 
acariciando balones, 
infartando en la ribera 
del Manzanares los corazones. 

Qué manera de aguantar, 
qué manera de crecer, 
qué manera de sentir, 
qué manera de soñar, 
qué manera de aprender, 
qué manera de sufrir, 
qué manera de palmar, 
qué manera de vencer, 
qué manera de morir, 

Qué manera de subir y bajar de las nubes, 
¡qué viva mi Atleti de Madrid! 
Qué manera de viajar a la gloria gritando, 
¡qué viva mi Atleti de Madrid! 
Qué manera de decir cumpleaños feliz 
y brindar por mi Atleti de Madrid!

Y bueno, este tipo, que lo ha dado todo, sin dejarse intimidar por los millones, que al fin y al cabo, la mayoría de los que hoy son entrenadores, fueron con él jugadores


Verlo alentar a la afición es un show. Impecable de negro entero. Quizá solo le reprocharía en esta Champions la vez que se puso violento y dio un empujón a ya no me acuerdo quién.

En fin, un gol fuera de lugar y un penal fallado por un tipo que se dio todo en la cancha los 120 minutos, dejó campeón al Madrid, no al Atlético.

¿Que nos queda? pues, la Euro...aun sin Holanda, qué le vamos a hacer.
Siempre habrá una Alemania (medio Bayern) a quien ver.



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