miércoles, 6 de enero de 2010

Ladyhawke

A veces, siento que realmente, como me vivías vaticinando, mi vida es la de Ladyhawke. Pero lo siento más por el lado de los amigos...esos cafés que nunca llegan, esos encuentros que jamás se concretizan, esas pláticas eternamente postergadas, ese sentirse infinitamente sola, atardecer tras atardecer.

A veces a uno le da pena, sentirse de semejante forma, habiendo allá afuera un cielo azul perfecto, atravesado de nubes de acuarela difuminadas por el viento, que se pintan de naranja y dorado al amanecer de las 5 am, cuando uno lo ve después de dormir 4 horas y con un nudo en el corazón, o al atardecer de las 5 pm, cuando reniega de no haber traído la cámara para dejar huella de tan bello espectáculo.

Odio ser Ladyhawke...y odio además, que se me pegue cuanto virus ande en el ambiente, incluyendo el de la tristecidad...como vos decías "duele el dolor".
Feliz Día de Reyes

3 comentarios:

Esebloguero dijo...

Esa es una de las películas favoritas de mi infancia, de esas que haría casi cualquier cosa por volver a ver. Me identifico con vos en eso, sólo que a mi me gusta ese sentimiento. Claro que en exceso y obligado... ni la comida es buena. Pero siempre hay que tratar de ver el lado positivo de las cosas. Cosa nada fácil cuando se esta en la situación. Pero hay que hacer el intento.
Saludos y bendiciones!

Anónimo dijo...

Un Segundo cada día Unidos, eso es muy valorado.
Wolf

Clau dijo...

Gero: fijate que yo la película nunca la ví completa, sólo sé la historia. Pero, qué sentimiento es el que te gusta? porque yo hice referencia a eso por aquello de que jamás puedo coincidir con la gente que quiero, como si fuera la maldición de la película.


Anónimo: y te puedo asegurar que hay más de un segundo en cada día.