Esta mi exótica salud me ha llevado a ser paciente de un hospital del ISSS en el que sólo había puesto el pie 3 veces anteriormente. Yo antes creía que en la 1º de Mayo sólo señoras embarazadas atendían, pero no, ahora me he dado cuenta que su rango de padecimientos – aunque el embarazo no es un padecimiento realmente – es mucho mayor e incluye múltiples afecciones, diría yo que en un 99% femeninas.
Destinada a permanecer en las instalaciones por más de 3 horas, no me quedó de otra que echarle un ojito al estado arquitectónico de la edificación. Como casi todos los centros asistenciales públicos o de la seguridad social del país – a excepción de los recién construidos – la cosa ha ido creciendo “a la brava” según las necesidades. Así pude ver, una jefatura de enfermeras enmedio de lo que en vida fuera un pasillo para circular, dos consultorios en lo que fuera un solo espacio (cuya consecuencia es que ambos médicos se están viendo de frente toooodo el tiempo), un área de emergencias nacida en el antiguo estacionamiento y zona verde.
Lo primero que está mal es el acceso. Uno que va “referido” de otro lado, piensa que lo más lógico es entrar por la Plaza de la Salud...pero no, se entra por el área de emergencias. Por cierto, cuento aparte, está bien bonita la tal Plaza de la Salud, todas las bancas estaban llenas de gente esperando, o comiendo – quizá mientras le llegaba la hora de la consulta en cualquiera de los 3 hospitales aledaños – no estaba llena de ventas como cuando era vehicular. Yo recuerdo que hubo un gran pleito y muchas críticas cuando Violeta la propuso, siento que todavía escucho a Norman diciendo que en qué cabeza cabía peatonalizar esa calle que era acceso de ambulancia...pues ayer que fui, estaba un camión de suministros más grande que una ambulancia descargando enmedio de la plaza, o sea, que por supuesto que puede entrar la ambulancia.
Volviendo al ISSS, como han forzado el ingreso por donde no es, hay que dar muchas vueltas para encontrar las escaleras, al extremo que hay un rótulo con una flecha que dice “escalera”, cuando en un edificio de alto tráfico de personas las escaleras y elevadores deben ser lo más visible.
En el área de consulta externa el cielo falso casi se toca con las manos extendidas, lo que me hace pensar que a mediodia eso es un gran calor o que gastamos mucho en aire acondicionado, lo que sea, es igual de perverso, no sólo para el paciente que impacientemente se sienta ahí un su par de horas, sino para los pobres trabajadores que se tiran 8 horas de corrido ahí.
El mobiliario deja mucho que desear, las computadoras las “clonan” de partes de otras según le escuché a un técnico que le decía a una enfermera: “Mire, si a la fulanita ya no le sirve el monitor y a usted el teclado, de las dos bien armo otra”. No hay lugares idóneos para hacer filas, tuvieron que atravezar el bloque de sillas para detener la puerta, porque la cola ya no cabía en el recinto, con el agravante de que temprano las señoritas secretarias-enfermeras no se hallaban en sus escritorios porque se encontraban “reunidas” (Y esto entre comillas no porque la reunión hubiera sido falsa, sino porque a la gente le gusta decir así y no “está en reunión” como debe de ser).
No hay una definición clara de dónde se debe hacer la cola para cada qué, porque hay varias ventanillas juntas y las filas se mezclan. Y el bendito “sistema” que se “cae” y dejan a la gente esperando una hora para darle una cita.
Fuera de eso, las enfermeras muy amables casi todas las que ví, ha de ser porque estar entre recién nacidos y pancitas pululando aquí y allá debe traer buenas vibras. Por cierto, me fijé que hay infinidad de formas de barrigas de embarazo – de esas de unos 7 meses o más - , algunas que se les salta el hombligo, otras que bien abajo...es difícil verse guapetona en ese trance, aunque hay que reconocer que a algunas les lucía bastante.
Estaban unas señoras tomando una cosa que parecía suero y pensé que se habían deshidratado, pero luego supe que eran pruebas de resistencia a la glucosa, donde les sacan sangre cada hora para ver qué ondas el azúcar.
En esa zona del laboratorio, se dan muestras de cosas que uno ni se imagina, hasta hay carteles explicativos de cómo dar una buena muestra de tal o cual fluído corporal....y una vez más, reconfirmé que me aguada ver sangre, porque de a dos metros estaba viendo cómo tomaban los exámenes y ya sentía que me desmayaba del mareo...fue eso o que ya tenía hambre porque andaba en “ayunas”.
En fin, tengo que volver a ir el lunes – no me explico cómo no me pudieron dar cita para todos los exámenes el mismo día – pero ni modo, todo sea por asegurarse de que uno está sano.
Lo bueno
Destinada a permanecer en las instalaciones por más de 3 horas, no me quedó de otra que echarle un ojito al estado arquitectónico de la edificación. Como casi todos los centros asistenciales públicos o de la seguridad social del país – a excepción de los recién construidos – la cosa ha ido creciendo “a la brava” según las necesidades. Así pude ver, una jefatura de enfermeras enmedio de lo que en vida fuera un pasillo para circular, dos consultorios en lo que fuera un solo espacio (cuya consecuencia es que ambos médicos se están viendo de frente toooodo el tiempo), un área de emergencias nacida en el antiguo estacionamiento y zona verde.
Lo primero que está mal es el acceso. Uno que va “referido” de otro lado, piensa que lo más lógico es entrar por la Plaza de la Salud...pero no, se entra por el área de emergencias. Por cierto, cuento aparte, está bien bonita la tal Plaza de la Salud, todas las bancas estaban llenas de gente esperando, o comiendo – quizá mientras le llegaba la hora de la consulta en cualquiera de los 3 hospitales aledaños – no estaba llena de ventas como cuando era vehicular. Yo recuerdo que hubo un gran pleito y muchas críticas cuando Violeta la propuso, siento que todavía escucho a Norman diciendo que en qué cabeza cabía peatonalizar esa calle que era acceso de ambulancia...pues ayer que fui, estaba un camión de suministros más grande que una ambulancia descargando enmedio de la plaza, o sea, que por supuesto que puede entrar la ambulancia.
Volviendo al ISSS, como han forzado el ingreso por donde no es, hay que dar muchas vueltas para encontrar las escaleras, al extremo que hay un rótulo con una flecha que dice “escalera”, cuando en un edificio de alto tráfico de personas las escaleras y elevadores deben ser lo más visible.
En el área de consulta externa el cielo falso casi se toca con las manos extendidas, lo que me hace pensar que a mediodia eso es un gran calor o que gastamos mucho en aire acondicionado, lo que sea, es igual de perverso, no sólo para el paciente que impacientemente se sienta ahí un su par de horas, sino para los pobres trabajadores que se tiran 8 horas de corrido ahí.
El mobiliario deja mucho que desear, las computadoras las “clonan” de partes de otras según le escuché a un técnico que le decía a una enfermera: “Mire, si a la fulanita ya no le sirve el monitor y a usted el teclado, de las dos bien armo otra”. No hay lugares idóneos para hacer filas, tuvieron que atravezar el bloque de sillas para detener la puerta, porque la cola ya no cabía en el recinto, con el agravante de que temprano las señoritas secretarias-enfermeras no se hallaban en sus escritorios porque se encontraban “reunidas” (Y esto entre comillas no porque la reunión hubiera sido falsa, sino porque a la gente le gusta decir así y no “está en reunión” como debe de ser).
No hay una definición clara de dónde se debe hacer la cola para cada qué, porque hay varias ventanillas juntas y las filas se mezclan. Y el bendito “sistema” que se “cae” y dejan a la gente esperando una hora para darle una cita.
Fuera de eso, las enfermeras muy amables casi todas las que ví, ha de ser porque estar entre recién nacidos y pancitas pululando aquí y allá debe traer buenas vibras. Por cierto, me fijé que hay infinidad de formas de barrigas de embarazo – de esas de unos 7 meses o más - , algunas que se les salta el hombligo, otras que bien abajo...es difícil verse guapetona en ese trance, aunque hay que reconocer que a algunas les lucía bastante.
Estaban unas señoras tomando una cosa que parecía suero y pensé que se habían deshidratado, pero luego supe que eran pruebas de resistencia a la glucosa, donde les sacan sangre cada hora para ver qué ondas el azúcar.
En esa zona del laboratorio, se dan muestras de cosas que uno ni se imagina, hasta hay carteles explicativos de cómo dar una buena muestra de tal o cual fluído corporal....y una vez más, reconfirmé que me aguada ver sangre, porque de a dos metros estaba viendo cómo tomaban los exámenes y ya sentía que me desmayaba del mareo...fue eso o que ya tenía hambre porque andaba en “ayunas”.
En fin, tengo que volver a ir el lunes – no me explico cómo no me pudieron dar cita para todos los exámenes el mismo día – pero ni modo, todo sea por asegurarse de que uno está sano.
Lo bueno
Que al fin de cuentas atienden a la gente y cubren cosas que algunos seguros médicos privados no cubren.
Lo malo
Que no hay parqueo en el edificio y sus alrededores, el más próximo lo encontré sobre la 1a Calle.
Lo feo
Que las internas que deben hacerse exámenes, andan por ahí las pobres con la maravillosa bata sin botones, esa que le dicen a uno “con la abertura para atrás”...y aquellos aires que dan.
Y a usté, cuando fué la última vez que le tomaron una muestra?
Y a usté, cuando fué la última vez que le tomaron una muestra?
5 comentarios:
Jajajajajaja, Buénale!!!...
Le cuento otra historia: A mí me hicieron buscar al niño en la sala de neonatos, luego en otra sala que ni me acuerdo cómo se llamaba, luego en la UCI y finalmente de regreso por las otras dos. Recuerdo que un vigilate me dijo "se lo perdieron"...
Rafael: ay no, que terrible!!! me da ataque si me dicen eso. A mí felizmente el ISSS me mandó a un privado cuando me presenté hace casi 7 años a la 1º de Mayo, así que tuve al nene a mi lado todo el tiempo.
Y no aplica el "buénale", no es lo que se imagina =)
Lo feo 2: y que hay de los exámenes que uno tiene que hacerse????? Te los dan un mes después!!! Para esas alturas el cliente ya estará muerto
:P
Saludis!
XOXO
Hace algunos anhos hice un estudio en un hospital donde tambien pululan pancitas y nacen ninhos a cada rato. La verdad es que el sistema de salud actual no da a basto y encima no esta muy administrado que se diga. Ni modo. Por la gracia de Dios la cosas salen...
Dianita: bienvenida!! gracias por visitar este sitio =)
Fijate que lo lento no es el laboratorio, sino las citas con los médicos. La sra del Laboratorio dijo que procesaban las muestras diariamente y que el dia siguiente las remitían al archivo, pero quizá ahí es donde está el hoyo negro de la tardanza.
Gero: y además carecen de recursos. Realmente a veces hasta mucho hacen los médicos con lo que tienen a mano. Ojalá y la Dra Ma Isabel le preste más atención a este tema.
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