miércoles, 30 de octubre de 2013

Ghost Writer

Confieso que soy ingenua, porque jamás, jamás, se me había ocurrido.
No me pregunte cómo, ya no me acuerdo, el punto es que de algún modo llegué a la Revista Orsai y, como buen producto con acento argentino, me gustó desde el principio.
Hoy llegó la actualización de algunos reportajes, donde apareció uno llamado Invisibles.
Lo he leído y me he quedado - como dicen - de una pieza.
¿De qué se trata? Bueno, para sentirle la gracia debería leerlo ud mismo, pero en resumen cuenta de cómo algunas personas famosas o en puestos de poder de cualquier tipo escriben libros sin escribirlos. ¿Cómo? Tal cual. Le pagan a otro para que lo escriba y lo publican como propio.
Los motivos son variados, el que relatan aquí es de un ejecutivo exitoso a quien su "estatus" le "exigía" que escribiera un libro como parte del llamémoslo currículum.
Yo que escribo hasta dormida, lo leí y no me cupo en la cabeza cómo eso existe.
Ya con dos dedos de frente y usando el sentido común, pues suena lógico. Este mundo es de apariencias y el que no puede hacer ejercicio, lo compra hecho.
Lo del árbol, el hijo y el libro está tan trillado que pasó de ser un buen consejo a casi un slogan de campaña política: falso y sin sentido.
Porque claro, yo puedo plantar un árbol porque me gusta, por ejemplo a un niño, por amor a la naturaleza, pero plantarlo por el qué dirán es totalmente absurdo.
Lo mismo y peor pasa con el hijo. Ser madre o padre es la mayor bendición de la vida cuando es lo que uno quiere, cuando no es impuesto ni es "falta de cálculo". De nada sirven los padres por apariencia, gente que lo único que quiere es una "imagen" de familia que mostrar a su entorno social.
Pero el libro...me resulta más incomprensible. Aquí el saludar con sombrero ajeno rebasa mis límites.

Cada quien, realmente.

Qué feo. Ahora ya me quedé pensando que a saber cuántos libros que he visto o quizá leído no han sido escritos por quien dicen ser. Fraude intelectual. Buuh.

2 comentarios:

Alí Reyes dijo...

Esos escritores anónimos y mercenarios son conocidos como "negros" y de verdad existen, no es cuento.
En otro orden, me gustaría que pasaras por TIGRERO àra que leyeras una artículo que escribía acerca de algo muy centroamericano ¿Puedes? También para que veas la publicidad de un libro que acabo de publicar y que me gustaría que adquirieras

Clau dijo...

Qué feo eso de los escritores falsos.