Casi a diario escucho “Cantares” de Antonio Machado, pues es un poema que unido a la musicalización y a la energía que se produjo en el concierto de "Dos Pájaros de un tiro" (versión que escucho), me llena de ánimos para afrontar las actividades del día a día.
Gracias a la vista a mi blog de Don Desi, un jovencito español que se tomó el tiempo de responder una pregunta que le hice sobre Machado, descubrí otros poemas que nunca antes había leído.
Escogí este para publicar, pues me pareció muy cálido y con un sentimiento muy bonito.
Gracias a la vista a mi blog de Don Desi, un jovencito español que se tomó el tiempo de responder una pregunta que le hice sobre Machado, descubrí otros poemas que nunca antes había leído.
Escogí este para publicar, pues me pareció muy cálido y con un sentimiento muy bonito.
Para los visitantes de otras lenguas, en youtube hay una versión en Inglés declamada por un poeta y con imágenes para relajarse...
Feliz fin de semana bajo la lluvia, al menos por estos lados, donde Alma nos tiene mojados =)
Anoche cuando dormía
Antonio Machado
Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que una fontana fluía
dentro de mi corazón.
Di, ¿por qué acequia escondida,
agua, vienes hasta mí,
manantial de nueva vida
de donde nunca bebí?
Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que una colmena tenía
dentro de mi corazón;
y las doradas abejas
iban fabricando en él,
con las amarguras viejas
blanca cera y dulce miel
Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que un ardiente sol lucía
dentro de mi corazón.
Era ardiente porque daba
calores de rojo hogar,
y era sol porque alumbraba
y porque hacía llorar.
Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que era Dios lo que tenía
dentro de mi corazón.
Anoche cuando dormía
Antonio Machado
Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que una fontana fluía
dentro de mi corazón.
Di, ¿por qué acequia escondida,
agua, vienes hasta mí,
manantial de nueva vida
de donde nunca bebí?
Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que una colmena tenía
dentro de mi corazón;
y las doradas abejas
iban fabricando en él,
con las amarguras viejas
blanca cera y dulce miel
Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que un ardiente sol lucía
dentro de mi corazón.
Era ardiente porque daba
calores de rojo hogar,
y era sol porque alumbraba
y porque hacía llorar.
Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que era Dios lo que tenía
dentro de mi corazón.
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