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Se trata del Premio Nacional de Cómic en España, Paco Roca y su libro "Arrugas"
No se vale venir a casa para funerales con cara de tristeza y lágrimas en los ojos si pasaste una década sin visitarlos, un año sin una llamada, un mes sin preguntar si había algo en que podías ayudarlos, un día sin recordar que estaban ahí, un minuto sin sentirlos en tu corazón.
Se trata del Premio Nacional de Cómic en España, Paco Roca y su libro "Arrugas"
El autor comienza la presentación del libro con las siguientes palabras: “Dicen que cuando te miras en el espejo y empiezas a parecerte a tu padre es que ya te estás haciendo mayor. Mi reflejo empieza a parecerse a mi padre y mi padre se parece ya a la imagen que recuerdo de mi abuelo”
Esto me deja un poco pensando, porque según su biografía, tiene sólo 39 años.
Luego continúa, explicando cómo le nació la idea del libro:
“Inevitablemente, los padres de mis amigos también sufren esta transformación. Emilio, el padre de Diego, sufría Alzheimer. Con risa amarga mi amigo me contaba las idas de cabeza de su padre. Divertidas todas si no fuesen la inevitable decadencia final de una persona que siempre me infundió mucho respeto”
“Inevitablemente, los padres de mis amigos también sufren esta transformación. Emilio, el padre de Diego, sufría Alzheimer. Con risa amarga mi amigo me contaba las idas de cabeza de su padre. Divertidas todas si no fuesen la inevitable decadencia final de una persona que siempre me infundió mucho respeto”
Pueden ver el texto completo por acá
El tema me ha tocado mucho, pues mi padre sufrió un accidente cerebrovascular a inicios de año...y ni siquiera pertenecía a la “tercera edad”. Por un tiempo se debatió con su mente, que había sido su fuerte toda la vida, y no le gustaban los resultados.
Una tía bisabuela – la hermana de Mamá Naya – murió padeciendo diabetes y Alzheimer, varios años antes de su muerte no reconocía a nadie, ni siquiera a sus propios hijos, pero tuvieron la decencia de mantenerla en su casa hasta el último día...a nadie se le pasó por la mente jamás la idea de un hogar de ancianos...hubiera sido el colmo después de dar a luz y criar a 14 hijos y algunos nietos. Envejeció con su esposo de toda la vida – el hermano del padre de mi abuelo – quien a los años murió de otra enfermedad, también en su casa. Ahora la comadre Ofelia y el compadre Teodolo son unos buenos recuerdos de mi infancia.
En enero será el mes de la tercera edad, pero como me pasó en noviembre con el día de los difuntos, muy probablemente se me olvidará postear en el momento justo, así que dejo este mensaje en noviembre, para recordarles a todos los que tienen la dicha de contar con padres, abuelos, bisabuelos y hasta tatarabuelos con vida, que lo mejor que pueden hacer por ellos es amarlos y brindarles el mayor tiempo y compañía que puedan...en vida hermanos, en vida.
No se vale venir a casa para funerales con cara de tristeza y lágrimas en los ojos si pasaste una década sin visitarlos, un año sin una llamada, un mes sin preguntar si había algo en que podías ayudarlos, un día sin recordar que estaban ahí, un minuto sin sentirlos en tu corazón.
3 comentarios:
Buen post Clau, me gustó como recordatorio y como homenaje.
Cuantas veces se nos olvidan los abuelitos que necesitan nuestra atención y cariño. Yo no tengo mas abuelos pero si conozco gente mayor a la que le brindo todo lo que puedo.
Gracias por recordarme la fecha por adelantado pero seguro que me la olvido para Enero, lo que no me olvido es de tratarlos bien =)
besotes XOXO! ajajjaa
Moni: yo tengo al mío lejitos, digamos que lo veo unas 3 veces al año, pero cada vez le doy un abrazote y le digo que lo quiero.
PD: yo pensaba que el señor del post aquel de los 90 años era tu abuelo.
Tanto la novela gráfica "Arrugas" como la película que se hizo basándose en la misma crean un retrato de lo que es la vida en una residencia geriátrica que llega hasta el corazón de quien lo lee o visiona. Da igual que se sea niño, joven o anciano. Los temas de pérdida de rol, deterioro cognitivo y muchos otros, me parecieron muy adecuados. Es cierto que la imagen que da no se corresponde exactamente con la de la mayoría de las residencias para personas mayores, pero, es una obra de ficción.
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