Los libros son una gran cosa. Sin
discusiones. Sin tecnologías que los sustituyan. No hay nada
comparable con agarrar el libro en tus manos, sentir su olor, voltear
las páginas, ver las ilustraciones en impresión full color en lugar
de en pantalla.
Amo los libros, leerlos, escribirlos,
coleccionarlos...sentirlos.
Ahora los niños casi no tocan libros
para hacer tareas, todo es google, wikipedia y recursos electrónicos.
Pobrecillos.
Mi infancia estuvo llena de libros. Mi
papá fue maestro y mi madre estudió desde el tercer ciclo medio
presencial medio a distancia, así que mientras veía mis textos de
primaria, hojeaba paralelamente esos tesoros de octavo y noveno
grado, totalmente a mi alcance.
Una librera completa, que crecía y
crecía. Emoción a todo gatocolor, aunque también en papel de
empaque e impresión blanco y negro.
Una colección que llegó a mis manos
fue la de ODECA-ROCAP.
¿Qué carambas es la ODECA?
Dirá quizá ud, lector jovenzuelo.
Es un ente amorfo, que realmente no ha
servido para trascendentalidades, pero se llama Organización de
Estados Centroamericanos, tipo la OEA, nada más que en chiquito.
Quizá le suene más el SICA, el
cual funciona actualmente en El Salvador y es hijo de la ODECA.
Tampoco es que haya sido tan inútil, le debemos la creación del
BCIE.
Pero, volvamos a los libros.
Esa colección fue creada en la lejana
década de los 70's (sí, del siglo pasado, ejem). Se hicieron para
todas las materias y de todos los grados de primaria, con la idea de
que todos los estudiantes de Centroamérica uniformizaran
conocimientos.
Encontré un par de evaluaciones por
ahí, que dicen que estaban mal hechos, que no se podía generalizar,
que querían adoctrinar y no sé cuántas cosas más. El punto es que
los repartían gratuitamente en las escuelas públicas ¿quién
desprecia un libro?
Aquí les dejo unas imágenes de los
que logré encontrar en casa, salvados de las polillas. El resto
literalmente se hicieron polvo :(
4 comentarios:
Cómo no recordar esa colección de libros. Los amaba. Con ellos aprendi a leer fluido, interpretar y a comprender lo leído. Soñaba mientras los leía. Y los de matemática tenían muchas prácticas por lo que eramos expertos resolviendo operaciones fundamentales y problemas avanzados para la edad. Pará mí fueron una ventana al mundo. Me traen bellos recuerdos. Mi maestra en ocasiones nos lo prestaba para llevar a la casa y era realmente feliz leyendo. Y de verdad su olor, su textura jamás se puede comparar con los libros virtuales y la tecnología de hoy. Gracias porrecordar mi bella niñez en una escuela rural de Pérez Zeledón, San José Costa Rica, donde estudié y fui inmensamente dichosa.
Hola!
Qué alegre que alguien más conozca y recuerde estos libros. Las fotos son de los libros que tuve en la infancia, y ahora que lo pienso quizá los tenía porque mi padre fue maestro, porque no fueron libros de texto que nos dieran como alumnos en mi centro escolar.
Lo que más me gustaba eran las fotos de los volcanes, que me parecían impresionantes, incluido el Irazú.
Tengo la impresión que el blog no lo dice, pero escribo desde El Salvador.
Un abrazo hasta Costa Rica.
Habrá alguien que me pudiese enviar que posea copias de los libros de 4o. a 6o. Grafos, especialmente los cuentos que recuerdo un poco y quisiera dejárselos a mis nietos.
Lamentablemente no los he encontrado en línea.
De Lenguaje no recuerdo haber visto en casa, solo de estudios Sociales, del cual son las fotos. Creo que tampoco ese está ya, se deterioraron bastante.
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