Somos cuatro

Si usted es algo suspicaz, lo habrá intuido con este post.

Si no, le cuento que, después de mucho esperarlo y desearlo, al fin llegó el cuarto miembro de nuestra familia. Actualmente tiene 13 semanas de vida y lo esperamos ya en nuestros brazos para marzo del 2011, para llenarlo de apapachos y agregar una sonrisita más a nuestro hogar.

Aquí les comparto su primera foto

Si usted es tan docto en Radiología como yo, seguro se está preguntando, ajá, ¿y dónde está el bebé?

En la foto de la izquierda se puede ver, en el extremo derecho, que están las piernitas flexionadas y se ven los pies. Fue una experiencia muy bonita, porque hace ocho años había que “espiar” en el monitor que estaba viendo el Dr al momento de la ultrasonografía. La maravillosa tecnología y supongo el sentido común de los médicos ha evolucionado, porque ahora frente a la camilla donde uno está, hay una super pantalla y el médico va explicando qué es lo que se ve. Aparte que me la hizo una Dra bien dulce y amable.

Definitivamente, Dios hace las cosas cuando deben ser y no cuando uno las quiere, comprobado por partida doble. Hace ocho años, nosotros planeábamos bebé para el año siguiente, cuando nos dieron la noticia que nuestra cuñada estaba esperando. Tres meses más tarde resultó la sorpresa y los primos han crecido como hermanos, con la misma edad y compartiendo las mismas etapas de sus vidas. Ahora, resulta que el primo también tendrá hermanita, que nacerá en octubre. Esta vez los niños se llevarán 5 meses. Si lo hubiéramos planeado nosotros, dudo que hubiera salido tan perfecto y menos dos veces, pero claro, los planes divinos son mejores que cualquiera que podamos hacer.

Así que, ambos peques están felices por sus respectivos hermanos, aunque ya les advertimos que no se vale que quieran hacer carreras de cochecitos allá por el próximo año =)

Es algo que los 3 queríamos desde hace rato y concluimos que la principal causa por la que no sucedía era el dichoso estress. Si tiene buena memoria, se acordará que en un post yo me quejaba que no encontraba las palabras para explicarle al peque algunas de sus preguntas, y la principal pregunta era esa, por qué no tenía un hermanito, a lo que yo no tenía respuesta y no quería decirle lo que lógicamente se le ocurre a uno: “porque Dios no quiere”, porque no quería que tuviera en su mente un Dios malo que no le cumple sus sueños. Ahora resultó totalmente lo contrario, porque al darle la noticia dijo que Jesús había escuchado sus oraciones. Mi peque tiene un corazón de oro, y desde ya está pensando que como él será grande, no va a dejar que nadie moleste a su hermanito =)

Y bueno, en la dulce espera.

Somos felices.

PD: si le quiere dejar mensajitos de cariño al bebé, adelante, viera qué bonito es ahora leer todo lo que la gente le escribió al peque, demostrándole que aun antes de nacer, ya todos lo queríamos